
Una respuesta vecinal sin apelativos. Es lo que vivió el jueves el pequeño municipio valenciano de Tuéjar después de que un hombre, conocido como El Gallina, tratara de agredir sexualmente a una discapacitada de 35 años en un lavadero del pueblo. Todos a una, alcalde, alguacil y varios vecinos localizaron al presunto delincuente y lo siguieron hasta una cueva donde se escondió hasta la llegada de la Guardia Civil.
Todo comenzó el martes, sobre las once y media de la mañana. A esa hora se rompió la tranquilidad veraniega en la localidad de Los Serranos, de unos 1.300 habitantes. El sospechoso, un hombre de 57 años vecino del pueblo, sorprendió a la víctima cuando paseaba después de salir del Aula de Respiro, un centro público al que ella acude a diario.
Si todos tuvieran la capacidad de respuesta que tuvieron en Tuéjar, los violadores,delincuentes y otros desechos humanos, no se librarian tan facilmente del castigo correspondiente. Y haciendo las cosas con la ley por delante.