Al final todas las burradas de Charlie Sheen han acabado en divorcio.
No era de esperar, pero era previsible.
Su mujer Brooke Mueller y Charlie llevaba bastante tiempo viviendo separados, hubo un asunto de presunta violencia domestica.
Del cual Charlie Sheen salió como si nada, mientras por el mismo asunto a Mel Gibson se le aparta como un apestado.
Hace uno días a Charlie Sheen se le ingresó en el hospital, desde un hotel de Nueva York, por estar presuntamente desnudo, borracho y con no se sabe que intenciones con una mujer.
Salió Charlie del hospital, no diré como un héroe, pero nadie le pasó factura , me refiero a compañeros y prensa, por sus excesos.
A actrices o cantantes, por temas similares se las ha vapuleado.
Por ejemplo Britney Spears o Lindsay Lohan.
Que en Hollywood manda el dinero está más que claro, y Charlie es una máquina que lo fabrica para la cadena televisiva que le tiene contratado, encima como el actor mejor pagado de la televisión.
Las productoras del entreteninienro parecen tener acuerdos con la prensa, no digo que los tengan, digo que lo parece.
Como también parece, no digo que sea así, que esas mismas productoras son accionistas de medios de comunicación escritos, aparte de los visuales.
Charlie Sheen, compartirá la custodia legal de sus hijos, y le pasará a su ex mujer el dinero que el juez haya acordado.
Y luego Charlie Sheen se volverá a casar, seguramente.
Pero su problema, si no pone remedio, no son las bodas son las adicciones.
Ojalá se recupere Charlie Sheen, y ojalá a Mel Gibson se le de una de todas las oportunidades que a Charlie Sheen le regalan.
