Son empresas privadas, que enriquecen a los dueños o sociedades limitadas o anónimas, y con el dinero del estado no se deben subvencionar.
Ni la mitad de la seguridad. Que la paguen los dueños entera.
O que me paguen a mi medio recibo de la luz.
Si no pueden faenar sin problemas, que busquen caladeros seguros, y si tenemos demasiada flota, que se haga como en tiempos se hizo con los altos hornos de Sagunto.
Lo que no sea rentable, fuera.
No vamos a subvencionar a todo quisque, bastante tenemos con el cine.
Ya se que son votos.
Pero esos buques de la armada española, desplazados detrás de los barcos, su mantenimiento es demasiado para un país pobre como España.
Que pesquen con caña a la orilla del mar. Después de todo, la mayoría de pescadores embarcados en atuneros españoles son extranjeros.
Que sus países se hagan cargo de ellos.
Y de los restantes que hagan como en cualquier empresa , que se reciclen.
Es muy bonito pedir a papa estado, que somos todos, dinero para unos pocos.
Y a los agricultores ni agua para regar.
Hay que empezar, ya, a plantearse en serio reducir la flota pesquera, cada día hay menos caladeros libres, y el precio es demasiado elevado por mantener algo que en tiempos fue importante, pero ahora es una carga y pesada.
El Estado se hará cargo de la mitad de este coste. Un 25% lo deberían aportar las comunidades autónomas implicadas y el otro 25% el Gobierno central. En definitiva, 40 millones de las antiguas pesetas saldrán cada mes de los bolsillos de todos los españoles.
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