Friday, January 28, 2011

La globalización económica y la marginalización


Por Efraín Montufar Saucedo

Confiamos más en el hábito, que en nuestra propia capacidad de observación. Y en este devenir de hábitos, desconocemos al otro en tanto individuo de valor simétrico al nuestro y como continuidad de nuestro propio espíritu universal.

La intencionalidad toma forma por consiguiente en este ensayo, cuando buscamos develar la existencia de nexos que están más allá de nuestros sentidos y que sin embargo ejercen su poder sobre nosotros. Iluminar la oscuridad, sin pretender eliminar las sombras. Iluminar nuestra intima relación entre humanos, a tal punto que lleguemos a comprender, que lo que le hagamos al otro, nos lo hacemos a nosotros mismos.

Esta es una intuición, que no ha sido aun reconocida como parte fundamental del conocimiento. La intuición de una mirada que transforma. Desde Platón y Aristóteles con su discusión sobre el origen innato o adquirido de las ideas, cuando lo trascendente es que todos somos parte de la misma realidad en diferentes manifestaciones. Por consiguiente todo es innato a la vida y todo es adquirido igualmente en cada renovación de nuevo ser. Es San Agustín quien mas allá de Sócrates, Platón y Aristóteles, quienes se ubicaban en el exterior del ser; se focaliza en la contemplación de las ideas; se dedica a los pliegues y laberintos de la conciencia ella misma (Saint Agustín, 2008). Georges Corm manifiesta que nuevos conceptos, sofisticados pero vacios, como transparencia, responsabilizarían, desarrollo durable, partenariado económico, lucha contra la pobreza, son promocionados por instituciones internacionales, pero sin tocar el verdadero fondo: las situaciones de explotación (Corm, G 2009).

Concibo la explotación entre seres humanos, como la evidencia tangible, de la marginación que el yo realiza al otro. Peor aún, cuando violencia a gran escala es desarrollada. La historia nos testimonia de acciones deletéreas cometidas ante el otro, denominado enemigo, bajo la justificación de defender ideales personales o de sociedad, tal es el caso de la política humanitaria imperial (Chomsky, N 2008). Estos escenarios existen, debido a la falta de interiorización de nuestras vidas y relaciones.

Puedo percibir que el sistema de regulación social, es anti entrópico, pues no garantiza el equilibrio ni la equidad. Equilibrio implica justeza y durabilidad, pues son los extremos, los que generan caos. La naturaleza nos enseña por consiguiente la importancia del equilibrio. Algunos textos que analizan la biología y las ciencias de la información, refieren sobre el origen del orden principal, como un principio de auto organización en sistemas complejos en interacción. Inteligentes y que viven en constante adaptación conductual, llamados emergencia. (Morowitz, J.H 2005). Considero que este reconocimiento nos ayuda a realizar una relectura de nuestros principios de orden social y relacional.

Pensadores japoneses, en el área de la gerencia manifiestan la importancia de la información y su transmisión. La única fuente duradera de ventaja competitiva es el conocimiento (Nonaka, I 2007), desde una perspectiva competitiva. Sin embargo, a pesar que su objetivo sea distinto al de esta obra, existe un gran valor en la identificación de la importancia de la información. Sobre todo de la dinámica entre información tacita y explicita. El mundo no está compuesto por fuerzas separadas y desconocidas, somos sistema y requerimos una metanoia, un cambio mental de perspectiva para saberlo (Senge, P 2008).

La globalización en tanto conectividad de información, nos avisa de manera aun primitiva, el advenimiento de la toma de conciencia, de que somos un todo con la naturaleza y el otro. Que no existen más límites que nuestras propias barreras culturales y mentales. Que la globalización económica, es solo un primer paso, aun tembloroso, dubitativo y muchas veces erróneo por parcial, hacia el reconocimiento de la conectividad global de la vida, en la cual nos incluimos con humildad.

Existen varias globalizaciones, y han existido en la historia humana, simplemente no han sido identificadas como tales. La expansión del Cristianismo, autodenominada universal a través del concepto catolicismo es una ejemplo de ello. De igual manera la ciencia, no ha estado exenta de valores, y no es, como se autoproclama objetiva. Una serie de intereses comandan el conocimiento, despolitizando a través de la técnica y la burocracia. La ciencia es un instrumento de dominación, mas no de emancipación (Habermans, J 2008).

Por consiguiente la ciencia occidental podría considerarse como un proceso globalizante, universalizador, que parafraseando a Habermans, obedece a posiciones y valores que perjudicarían en ciertos aspectos, a la libertad e igualdad de las sociedades humanas. Max Horkheimer también miembro de la Escuela de Frankfurt sostiene que toda doctrina se inscribe en un contexto social y político determinado, que la evolución no conduce inevitablemente hacia el progreso y la revolución y que el racionalismo moderno va en detrimento de la libertad individual, debido a sus excesos en lo irracional (Habermans, 2008).

La próxima gran revolución, si de grandes cambios nos referimos, deberá ser de conciencia global, de identidad general, de respeto holístico, de ecología universal, comenzando con la paradoja, de que el otro o lo otro, soy yo mismo, y que el todo depende tan solo de la percepción.

En la singularidad del yo y la historia humana: La imposición del paradigma de la singularidad del yo en la historia humana, impelen a la corroboración de una hiper valoración de lo singular sobre la pluralidad de la vida. Por consiguiente nuestras acciones y relaciones, estarán cargadas de un prejuicio básico, el de asimetría de valor. Además, nos estaremos privando de la visión de grupo humano, pues admitiremos en el fondo, que no poseemos ninguna relación evidente con el otro. Aseveraremos con nuestras acciones que somos seres aislados y que por consiguiente nuestras acciones son también verticales, rectilíneas sin efectos colaterales ni en red.

La repercusión que este paradigma posee en los negocios y la vida comercial cotidiana en el mundo entero es abismal. La desconfianza generalizada en el otro, que ha llevado a ingentes sistemas legales de protección, están justamente basadas en la asimetría entre el yo y el otro. Podemos percibir las consecuencias de este paradigma no solo entre los seres humanos sino también sobre la naturaleza, la cual es percibida igualmente como un ser extraño y de menor valor que el yo humano.
En el caso del conflicto Palestino – Israelita, la percepción del otro como adversario es remarcable. Mientras por un lado, el islam es percibido como incapaz de adoptar los valores occidentales, para los otros Occidente es portador de una voluntad de dominación universal, a la cual se debe resistir (Maalouf, A 2009). A mi manera de ver, la clave del conflicto está en la incapacidad de verse en el otro como a sí mismo. Quedan frases celebres como la del prominente hombre de estado británico Lloyd George quien felicitó a su gobierno de haberse permitido guardar el derecho de bombardear los negros (Chomsky, Noam 2004).

Estos actos históricos guardan testimonio de cómo actos de extrema brutalidad han hallado justificación, porque eran ejecutados sobre “otros”. Sin embargo, diversos autores de medio oriente como Maalouf y Khalil Gibran con su pluralismo fecundo nos evocan la importancia de reconocer en occidente su origen a partir del mestizaje de culturas (Maalouf A 2009). Es paradójico que sean intelectuales del tan desvirtuado medio oriente, quienes nos recuerden la cordura del pluralismo, tal vez emulando a los sabios de los antiguos califatos, en las cruzadas de la edad media.

En la crisis de desempleo actual, la visión excluyente del otro se manifiesta en el fenómeno que mas allá de la explotación del hombre por el hombre, ante la realidad de de ser mas explotables, las masas humanas son tenidas como superfluas, de la explotación a la exclusión y de la exclusión a la eliminación (Forrester, Viviane, 1996).

El imaginario del otro, permite situaciones tan ambiguas, como el hecho de permanecer tres décadas en Francia sin ser reconocido como ciudadano con todos los derechos políticos (Cortázar, Julio 2009); o la constatación que la tercera revolución mundial, no ha sido una fuerza homogeneizante a la humanidad, sino lo contrario (Geertz, C 2005). A mas de los múltiples conflictos de origen étnico (Geertz, C 2002).

Hannah Arendt explica sobre la base de la filosofía, la importante relación con sí mismo, que facilita la relación con el otro:

What Socrates was driving at (and what Aristotle's theory of friendship explains more fully) is that living together with others begins with living together with oneself. Socrates' teaching meant: only he who knows how to live with himself is fit to live with others. The self is the only person from whom I cannot depart, whom I cannot leave, with whom I am welded together. Therefore "it is much better to be in disagreement with the whole world than being one to be in disagreement with myself. (Arendt, H 2004).

En las palabras bíblicas, no es bueno para el hombre vivir solo. Pero para vivir acompañando se requiere primero comprenderse a si mismo.
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