Wednesday, February 18, 2009

Procurador General Eric Holder: «USA es todavía una Nación de cobardes»




El primer Fiscal General de la Nación de la raza negra, Eric H. Holder. Nació en The Bronx, New York, hijo de un inmigrante de Barbados; su madre es nativa de New Jersey. Estudió en escuelas públicas y desde la primaria participó en programas de niños intelectualmente superdotados. Estudió en la Universidad de Columbia, un Bachillerato en Historia. Allí también jugó baloncesto y fue co-capitón del equipo. Recibió el diploma de Juris en la Escuela de Leyes de Columbia en 1976.

US a nation of cowards on racial matters

El Fiscal General de la Nación, primer afroamericano en serlo, Eric Holder, se refirió en general al pueblo estadounidense, blancos o negros, como una «nación de cobardes» que aún elude una discusión franca sobre asuntos raciales. Una nación que no sabe dónde está parada cuando la pregunta del racismo y la discriminación es planteada. En un discurso ante los empleados del Departamento de Justicia, durante el Mes de la Historia Afroamericana, dijo que, si bien se observa integración en escuelas, lugares de trabajo, los estadounidenses en cuanto individuos, todavía se auto-segregan y sus vidas privadas está llena de estereotipos y recelos. El tópico de una discusión política sobre la negritud y la persona del afroamericano pobre saca chispas, o hunde a la gente en el miedo. «Simplemente, no hablamos lo suficiente sobre raza». «Hay un cisma de incomprensión entre las razas».

Holder hizo un llamado a superar esa inhibición. Dijo: «Aunque la nación ha pensado orgullosamente de sí que es una ensalada étnica, en las cosas raciales siempre hemos sido y continuamos siendo, en muchas maneras, esencialmente una nación de cobardes». [«Though this nation has proudly thought of itself as an ethnic melting pot, in things racial we have always been and I believe continue to be, in too many ways, essentially a nation of cowards»].

«Si vamos a hacer algún progreso, tenemos que tener el coraje, tener la determinación de ser honestos unos con otros. Esto significa que tenemos que estar preparados para aceptar las críticas cuando están justificadas».

Aludió a los EE.UU., como un país fundado por esclavistas, que dividió a la nación, donde hubo negros a los que se negó el derecho al voto hasta hace unas pocas décadas. El triunfo presidencial de Barack Obama en las pasadas elecciones de noviembre, así como la nominación de Holder, son consecusiones de importancia histórica de estos dos hombres.

Andrew Grant-Thomas, director del Kirwan Institute for the Study of Race and Ethnicity de la Ohio State University, alabó el mensaje de Holder, pero dijo que el frase de su discurso puede alienar a algunos. «La sustancia de lo que dijo es correcta; pero, probablemente, no fue la forma más política de decirlo», dijo.

Hilary Shelton, vice presidente de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, catalogó el discurso como «constructivamente provocativo».

En el mundo académico el problema de la raza adquiere tintes conservadores que se vuelven ideología de los «Hate-mongering people». Julian Simons y otros portavoces conservadores del mundo han reemplazado la sección racista, nativista» del racismo abierto. George Kennan utiliza la lógica de las estadísticas para menospreciar la inmigración étnica. Chilton Williamson apela al coraje, el odio y el etnocentriso en su libro The Immigration Mystique: America's False Conscience (1996). El afroamericano está desproporcionado propenso a perfiles raciales a la hora de su castigo penal. Asunto que le cierra muchas puertas, le crea estigmas y le resta oportunidades de avance social. Y como la deserción escolar es una manera terrible de comenzar la vida, cotéjese el hecho de que los desertores escolares suelen ser el 78% de los prisioneros en cárceles de la nación, pero sólo al 9% se les admite como reclutas en el servicio militar de los Estados Unidos. Sin embargo, más del 10% de los diplomas de Educación General / GEDs / se obtienen en la prisión.

Ciertamente, entre las cosas que blancos y negros necesitan hablar y dar adecuados por qué, asumiéndose culpas y causalidades, están los siguientes puntos:

(1) Hace apenas dos años un estudio federal reveló que hay tres veces más afroamericanos en las prisiones que los que hay estudiando en colegios y universidades. El promedio es ligeramente mejor para los hispanos: «2.7 inmates for every Latino in college housing».

(2) Según el estudio, en 2006, los afroamericanos hacían el 41% de los 2 millones de prisioneros en cárceles de la nación. Los blancs («Non-Hispanic whites»), el 37% y los hispanos, el 19%.

(3) En el año fiscal del 2007, la Comisión de Igualdad de Oportunidades (EEOC) recibió 30,510 casos de discriminación racial. EEOC resolvió 25,882 «race charges» ese mismo año, y recobró $67.7 millones en beneficios monetarios para los agraviados (sin incluir los beneficios monetarios obtenidos a través de litigación).

(4) Crímenes de odio. En 2006, entre los incidentes de crímenes de odio, 5,020 casos fueron racialmente motivados y el 66.4% de las víctimas fueron negros. Cuando la motivación es la etnicidad, o el origen, se detectan por haberse informado unas 1,305 víctimas; 62.8%, víctimas de algún prejuicio anti-Hispánico; otro 37.2% de otras nacionalidades.

(5) Aunque un estudio del Departamento de Justicia en 1998 confirmó que casi el 20% de los crímenes de odio examinados fueron cometidos contra blancos por atacantes negros, entre los afroamericanos existe el resentimiento: «that whites have been killing blacks for years and getting away with it». En un artículo titulado Why are black leaders silent on black hate crimes?, su autor Earl Ofari Hutchinson, explica:

The New Century Foundation, an ultraconservative think tank, has launched a full-blown national campaign to alert whites to the danger of hate crimes committed by blacks. It uses the issue of black hate crimes to rationalize and bankroll its research into alleged genetic defects among blacks. These groups and individuals relentlessly magnify black hate crimes to oppose affirmative action programs, stronger hate crime laws and various social programs; to downplay or justify the proliferation of white-supremacist-tinged paramilitary groups, police violence and racial profiling; and to lobby strenuously for more prisons and police and tougher laws. Black-on-white violence also reinforces whites' fears of blacks as the ultimate menace to society.

(6) Es igualmente cierto que la vasta mayoría de los crímenes violentos contra la gente blanca son cometidos por otros blancos, mientras que la mayoría de los crímenes violentos contra los afroamericanos son cometidos por otros negros.

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