Ayer hizo la Primera Comunión Isabella... tanto esperar el día y, por lo menos a mi, se me fue en un soplo, eso sí, un soplo lleno de tantas emociones que me dejó extenuada justo en el momento en que la puerta de mi casa se cerró detrás del último invitado... No lo niego, estaba orgullosísima de mi niña que con tanta seguridad e inocencia, se comportó en todo momento con una seguridad en sí misma que me emocionó hasta las lágrimas en más de un momento... La reunión con mi familia y amigos fue fabulosa, la comida -regalo de mi cuñada y su mamá- de un exquisito y de una originalidad inenarrable... No sobró, ni faltó nada, fue perfecto, esa es la palabra...
Hoy, luego de poner orden en la casa, salir a comer fuera y ver pasar a Noé con su Arca por una Córdoba pasada por agua desde el amanecer, me tocó ir a Urende (valga la propaganda) a comprarle lo que ella pidió: una laptop (de muerte lenta) desde la que les escribo en este momento (yo kello una así buaaa). Al volver de la tienda, conecté todo, la dejé jugando con su compuLa dejé conectada y me senté frente a dos de mis bibliotecas a armar cajas, a meter libros y a anotar en un cuaderno (cajas numeradas de por medio) el contenido de cada caja y de los libros que cada una contiene... No habría pensado jamás, antes de hoy, que me daría cierta tristecita dejar esta casa que nos ha cobijado durante cuatro años, porque en todo este tiempo y aunque el buzón tiene mi nombre y me llegan aquí las cartas y las facturas, jamás la sentí mía en el sentido emocional del posesivo... Me alegro mucho de irme a mi casita new, tan luminosa y cálida, tan distinta a esta donde he vivido desde mi llegada a España, pero me da cosita en el corazón saber que antes de un mes, ya no estaré aquí y será otro el paisaje que me rodee, a pesar de que me voy muy cerca... En fin, ¿quién me entiende?, vuelvo a repetir uno de los aprendizajes que más lágrimas me ha costado en este proceso de emigrar: no valoramos lo que tenemos hasta que ya no está y no hay vuelta atrás... Lo que sí he capitalizado es el "darme cuenta" antes de que suceda, que es bastante...
He extrañado muchomucho sentarme aquí y escribirles, pero aviso desde ya que va a haber muchas intermitencias hasta que, finalmente, me mude con todos mis cachivaches, la primera semana de Junio, así que bórrenme ésa ¡y las que falten!
Wednesday, May 2, 2007
La vida en cajas o intermitencias...
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