Por Manuel Freytas / De Noticias.Com
Rummy, o sea Donald Rumsfeld, el halcón mayor, odia a los negros. Primero porque son negros. Segundo porque son negros. Donde hay un negro puede haber un comunista, suele decir.
Los comunistas (que se extinguieron con la guerra fría) siempre terminan abrazados con los negros y los terroristas, según el decálogo racista del secretario de Defensa.
El secretario de Estado Colin Powell es negro. Condoleeza Rice, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, nominada como nueva secretaria de del Departamento de Estado, es negra. Pero hay una diferencia: Powell es un negro paloma. Y Condoleezza, es una halcona negra que se come a las palomas de cualquier color.
Por lo tanto, los halcones imperialistas blancos del Pentágono, cuyo jefe es Rumsfeld, aman a Condoleezza con el mismo fervor que odian a Powell.
Colin Powell y Condoleezza Rice, ambos negros, no son precisamente dos vidas paralelas en el entorno íntimo de la Casa Blanca manejada por W. Bush.
Papá Bush, el verdadero jefe del clan petrolero en el poder, nunca confundió la misión de cada uno: Powell está para el papelerío burocrático de la ONU, Condoleezza está para trazar doctrinas y líneas estratégicas que siempre terminan en las invasiones a los países bárbaros productores de petróleo.
La poderosa asesora en Seguridad Nacional, hoy nominada para conducir la política exterior norteamericana, junto al vicepresidente Dick Cheney y al secretario de Estado Colin Powell conforman el núcleo más importante del equipo estratégico del gabinete presidencial de George W.Bush.
Todos estos personajes responden incondicionalmente al liderazgo político e intelectual de Papá Bush, quién luego de perder su reelección los colocó al lado de su hijo W. con la intención de orientarlo hacia la presidencia de EEUU.
Condoleezza (o Condi como la llaman en la Casa blanca) cosecha la admiración intelectual de los Bush (padre e hijo) y ejerce una influencia más que notable en el círculo íntimo presidencial.
A instancias de su padre, el presidente Bush la nombró, en octubre pasado, al frente de una comisión clave a cuyo cargo se encuentra la supervisión de todas las tareas de reconstrucción de Irak y Afganistán, incluidas las operaciones militares.
Según reveló el diario The New York Times, la creación del Grupo de Estabilización de Irak en la Casa Blanca se formalizó a través de un comunicado enviado a tres despachos: los del secretario de Estado, Colin Powell; el del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, y el despacho del director de la CIA, George Tenet.
Los tres destinatarios perdieron poder, y la designación detonó una interna entre Rumsfeld, Tenet y Condoleezza cuyo pico máximo se desarrolló durante la captura de Saddam cuando la CIA y el Pentágono se hicieron cargo de su custodia obstruyendo la labor del equipo de la asesora de Seguridad Nacional.
Dicen que en todas estas conflagraciones Papá Bush -líder histórico indiscutido del grupo de los halcones- oficia de moderador y que finalmente todos hacen formalmente las paces en reuniones familiares del clan presididas por el ex presidente, ex director de la CIA, y armador de la estrategia conocida como el Irangate en la década del 80.
Condoleezza Rice y Colin Powell, las dos personas de máxima confianza de la familia Bush, no son precisamente dos vidas paralelas en el entorno imperial de la Casa Blanca.
A la hora de tomar decisiones el presidente George W. Bush tiene que optar entre dos posturas excluyentes: la línea de los halcones encabezada por Rumsfeld, y representada como nadie por la consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice, y el grupo de las palomas del Secretario de Estado Colin Powell.
En el entorno de Bush, son pocos y se conocen todos. Está perfectamente delimitado el territorio de operaciones y los lobbys que cada uno hace en defensa de los intereses económicos que representa. Leer completo
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Sequoyah 17 / 18 / 19 / 20 / 21 / Patria Literaria
Wednesday, April 22, 2009
Condoleezza Rice: La halcona negra
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