Lo ocurrido en Sabana Iglesia, Santiago, debería replicarse en todos los cabildos del país. Allí el cabildo a través de su Sala Capitular mediante resolución declararon no gratas y fueron expulsadas de la comunidad a dos personas que se dedicaban a la venta de drogas.
Aunque la instancia correspondiente fue la que adoptó la decisión, la misma contó con el respaldo de las organizaciones comunitarias, dícese, la junta de vecinos y la iglesia católica.
Claro está el alcalde de Sabana Iglesia, Pablo Batista, asumiendo una actitud responsable y valiente, fue quien auspició los encuentros con la comunidad para determinar el problema que estaba afectando al municipio, identificar a los responsables y causantes del mismo y sancionarlos con la expulsión.
Es cierto que ese ayuntamiento bajo la administración de Pablo Batista ha sido el único del país que ha tomado una medida de esa magnitud. Debe ser imitada por todos los cabildos ya que los ayuntamientos como las autoridades más cercanas a la gente están llamadas a preservar la buena salud, costumbre y buen convivir de los munícipes.
Cuando en la comunidad hay personas que se dedican a vender drogas prohibidas daña la mancomunidad porque se enferma el ambiente, no existe paz ante la proliferación de la delincuencia y la violencia
Campañas de prevención y de sanción deben ser llevadas en todos los municipios en el que estén involucrados todos los sectores, gobierno local y las organizaciones sociales que hacen vida en los mismos.
También los cabildos y las comunidades deben tener el apoyo de las instituciones públicas ligadas al deporte y a la cultura con la implementación de programas tendentes a alejar a sus habitantes de los vicios, la violencia y delincuencia.
Los alcaldes salientes y entrantes el próximo 16 de mayo que se comuniquen con el alcalde de Sabana Iglesia para que éste le de la fórmula de cómo asumir el verdadero papel que debe ejercer un gobierno local.
El alcalde Batista dijo que desde el 2007 ha iniciado junto a organizaciones comunitarias, religiosas, juntas de vecinos y otras instituciones una campaña agresiva en contra del tráfico, venta y consumo de drogas en ese municipio, debido al mal que provoca a la sociedad.
Sostuvo que junto a representantes de organizaciones de la zona, las iglesias y otros sectores, se reunieron con 30 vendedores de drogas de ese entonces y que le advirtieron que tenían que dejar sus actividades ílicitas porque las autoridades municipales y la comunidad estaban dispuestas a liberarse de ese mal.
Dijo que dos de ellos no quisieron aceptar el consejo y entonces el Ayuntamiento recurrió a la Sala Capitular que aprobó una resolución declarándolos personas no gratas y expulsándolos de la comunidad. Sin embargo, explicó que ahora los responsables de los puntos de drogas que operan en ese municipio son miembros de la Policía Nacional y dijo sentir temor por su integridad física y la de su familia por la denuncia que está haciendo.
Wednesday, August 11, 2010
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