La lucha sin conciencia es fe ciega / III

Por Julio Soto Arocho / Autor Pepiniano

Entendida la necesidad de comunicación entre las masas, entre el pueblo real de carne y hueso, entre los trabajadores que con su esfuerzo son los que lo aportan todo transformando los bienes que nos aporta la naturaleza, es tiempo de proceder a decidir que vamos a hacer con el producto de esa comunicación entre iguales.

En primer lugar, sería bueno establecer entre todos, las nuevas reglas del juego.
Un pueblo bien informado mediante la comunicación constante, será capaz de con un mínimo de error, reconocer a sus héroes y a sus detractores. Llegó el tiempo de hacernos caso a nosotros mismos, de confiar en nuestras capacidades de entender todo aquello que nos expliquen bien, sin que supuestos avatares de la gobernanza nos manipulen, no ya para nuestros intereses, si no para los de ellos propios. Nuestros intereses los conocemos nosotros y no necesitamos intérpretes.

No es necesario haber ido a la universidad para entender lo que sucede a nuestro alrededor. Pero eso sí, es necesaria una gran dósis de honestidad intelectual para ser útiles en la lucha. La gente con títulos universitarios, pero que no están bien informados, son tan fáciles de engañar como el que no los tiene. La desinformación nos hace daño a cualquier nivel.

Un ejemplo bastante sencillo: la satanización de Sadam Hussein (que dicho sea de paso nunca fue santo de mi devoción por ser un tonto canalla útil a USA), no se hizo con el propósito de ayudar al pueblo iraquí. Un poco de malicia pueblerina, es más que suficiente para saber que el motivo real era robarles el petróleo y provocar el caos para reinar ante la divisón del pueblo. Es que Sadam había amenazado con comerciar el petróleo en otra divisa que no fuera el dólar. Ya ven ustedes, que cuando miramos por el roto de la cerradura, es facil ver lo que hay al otro lado, y es más fácil empezar a comprenderlo todo.

Tampoco hay que haber ido a la universidad, ni ser extremadamente sabio, para intuir que el asesinato de Kennedy lo fraguó la CIA, como recurso de sobrevivencia ante la amenaza del presidente de intervenir con la la díscola agencia y «ponerla para su número».

Tampoco hay que ser un genio para saber que ese golpe de estado del ejército al poder civil, continúo con el robo de las elecciones a los demócratas, porque aunque unos pesan cien libras y los otros un quintal, el plan estaba diseñado para trabajarlo con un imbécil de nombre George Bush, pues mientras más imbécil sea el tipo, más fácil es manipularlo. Después del asesinato de Kennedy, el presidente sería una marioneta inconsecuente del congreso, cuyos señores viven de la guerra y del comercio de armas.

Luego vino el 11-S, y quedó constituído con este autogolpe del stablishment, la excusa para alterar la constitución y con ello el gobierno y los derechos del pueblo estadounidense.

Obama no es la misma basura que Bush, pero gobierna desde el mismo vertedero,...y ya parece que se está acostumbrando al aroma. En esta ecuación, los líderes puertorriqueños como Rafael Hernádez Colón, Carlos Romero Barceló, Sila M. Calderón y Luis Fortuño, son solo papel higiénico.

Es hora de unirnos verdes, rojos, azules y pintones, reconociendo que los colores son una trampa para mantenernos divididos, lo que permite que los políticos profesionales que hoy infectan la casa de las leyes, funcionen en beneficio de ellos y del capital que los soborna.

Es hora de reconocer entre todos, que aquellos mitos coloniales y colonizantes que han llevado a tantos hermanos a sentirse inferiores y acomplejados ante el gringo invasor, deben ser superados con estudio, con análisis, y en el compartir en las tertulias en el barrio y en los chats en internet, como por ejemplo aquí en facebook, twiter, etc. La comunicación es la mejor manera de irnos descolonizando juntos.

El conocer, el comunicarse, el trabajar juntos no hace daño. Lo que hace daño es la separatidad, la envidia, el egoísmo, y sobre todo, el odio embrutecedor que nos han inculcado lo verdes hacia los rojos, que no nos deja entendernos, y mucho menos compartir. Tan visceral fue ese odio,que la mitad votó por el P.N.P en las últimas elecciones. Eso, amigos míos, es trabajar para los enemigos de la humanidad.

Un nuevo partido soberanista, o una alianza entre fuerzas puertorriqueñistas, es el comienzo de un nuevo Puerto Rico posible.

Para que cuaje esta alianza, el independentismo tiene que dejar de ser tan arrogante...y el PPD tiene que dejar de ser tan cobarde.

En las próximas elecciones,a ambos les va la vida.La soberanía es la única esperanza que le queda de sobrevivir al PPD.De lo contrario, terminará diluído en un caldo pútrido con el PNP, que están recalentando por enésima vez Héctor Ferrer y Alejandro García Padilla.

Me sorprende como un sector asimilista del PPD (que se parece al PNP como dos gotas de agua),no quiere separarse patológicamente del imperio,con lo que además de asimilistas,se convierten en cómplices de crímenes, pillaje y genocidio de los bárbaros del norte indolente que nos desprecia.

Todo lo que deseo es subirme sobre sus hombros,o que ustedes se suban sobre los míos,para ver lo que puede haber más adelante en el camino. Para no dejar de ser puertorriqueños...porque vale más un original boricua, que nunca hemos robado o asesinado a otros pueblos, que una copia fatula de los yankis.

Al PIP, solo un esfuerzo por comunicarse y entender, les permitirá volver al cuadrilátero aspirando a algo más que servir de chata al asimilismo "stereo" que representan el PNP y el PPD.

No está de más recordar, que los penepés son los hijos y los nietos de los populares, y también de algunos independentistas.

Nadie debe olvidar,y menos aún los que pretenden ser líderes,que la democracia es esencialmente un proyecto ético,basado en la virtud, y en un sistema de valores morales y sociales que son los que le dan sentido al ejecicio del poder.

Cuando en una democracia, las principales fuerzas políticas, en armonía mafiosa se ponen de acuerdo para timar al ciudadano, se produce un descrédito de la democracia, un asco político, un aumento de la abstención, y más peligroso que todo eso, una subida de la extrema derecha.

El gobierno se corrompe, y cuando hay corrución en la democracia, la corrompida es la democracia.

En el capitalismo, la corrupción campea impune por nuestras calles.

La corrupción no empezó con el PNP. Ellos solo la llevaron a niveles estratosféricos. Hicieron fiesta y virtud de la corrupción.

Pero los que empezaron vendiendo las plazas en la Autoridad de Energía Eléctrica, fueron los populares. Y en eso, un pepiniano fue el play maker.

¿Sería mucho sacrificio vencer egos y temores? Si logramos hacerlo,¿no es ya una ganancia neta?

Termino aquí, porque ustedes una vez informados e intercomunicados, se encargarán del resto. No quiero aparecer dando consejos, porque solo los consejos que se piden, pueden resultar útiles. Lo demás es tiempo perdido, porque los sabios no necesitan consejos y los necios no les hacen caso.

Solo respondí a algunas preocupaciones que recogí entre la gente humilde de la calle, que no tienen guille de infalibles.Con estos tres pequeños esbozos (que en realidad son uno solo) hijos de la honestidad más prístina que sale de la relativa evolución de mi espíritu, me despido; y quién sabe si un día podamos continuar esta pretendida coversación entre iguales. Traté de comunicarme en arroz y habichuelas, pero solo ustedes sabrán si lo logré.

He dicho lo que pienso,pero el que decide es usted.

PD: Un pueblo sin soberanía, no es capaz de labrarse un futuro promisorio. Perdonen los pipiolos si los estrujé. Solo quería que se sintieran como ustedes nos hacen sentir a los demás.

Yo he hecho un esfuerzo constante por no ser sectario, por superar dogmas y prejuicios.

Me he abierto a líneas de pensamiento que han enriquecido mi formación inicial; sobre todo, en lo ideológico.Disfruto la lectura por su efecto enriquecedor.

La música la he escuchado y disfrutado desde siempre.

Me encanta hacer versos. Sobre todo, décimas. Aunque después las guarde.

He tratado de escribir cuentos, pero los cuentos son del dominio exclusivo de los políticos coloniales. Y a veces...de los otros.

Trato de ser un buen amigo, compañero, buen padre, tío..y un buen aprendiz de revolucionario.

Trato de aprender de mis errores, y recibo enseñanzas de los demás de muy buen agrado.

Tal vez por eso, ese ego desbocado de algunos sectores independentistas, donde el pipiolismo es el más evidente,me pone mal. Muy mal.

Me lleva hasta la depresión. Y me duele. Me duele mucho.

Las cosas del alma duelen todo el día y toda la noche. A veces, hasta en los sueños.
A veces me sorprendo odiando. Sobre todo, esos condones ideológicos que Rubén Berríos ha puesto en sus huestes so pena de excomunión.

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