Violadores, Malnacidos y Criminales

Por Olivier Herra Marín / Director de Asociación Internacional de Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía

William Baccino, en la revista Genoma, que ha tenido el valor de sacar el artículo en cuestión en portada, resistiendo a las maledicencias y presiones de todos los Herodes y Pilatos, desempolvando y sacando en Argentina a la luz del Sol, lo que fue escrito y publicado en España el año 1981. Cuando en la Casa de la Moneda y la Casa Rosada, Pinochet y Videla, después de asistir al Sagrado Oficio y recibir la Sagrada Comunión, en pleno Éxtasis, en el más sublime y puro Estado de Gracia, invitaban a compartir la mesa a Stroessner y Bordaberry, para alabar al Señor del Gran Poder y levantar su fina copa de oro y de Moët Chandon y brindando (por el descanso eterno de las alma pecadoras,) cuando oían despegar cada noche, los Shorts SC.7 Skyvan de la Prefectura del Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires con Los Vuelos de la Muerte, Los vuelos del iras, con el pasaje gratis y la última bendición recibida en la ESMA por el piadoso pastor-salvador de las almas, el cura-obispo-cardenal-castrense, y no volverás, para no volver a caer en los pecados de la carne, de los placeres de la mesa y del sexo.

De aquella época de infausto recuerdo, nos queda la vil y venal deshonra de quienes juraron defender su Bandera, su Patria, su TIERRA y cubrieron de ignominia su Bandera, su Patria y su TIERRA con su Terrorismo de Estado, con su guerra sucia. Perduran en las ciénagas de Chile, Argentina, Uruguay… las sombras tétricas y pestilentes, el veneno de las arpías de la lengua partida y los hijos del Sauron; todos los obispos militares, senadores y diputados, Violadores, Malnacidos y Criminales que ejercieron eficazmente su papel de mercenarios a sueldo, ciegos y sordos, a todo lo que no fuese satisfacer su afán sin límite de rapiña para colmar su insana codicia y sus más bajos instintos animales, su irrefrenable gula y sus sádicos placeres, los de ultrajar, torturar y violar los sexos ajenos.

Y nos quedan nuestro amor y respeto más profundo por el nombre y la memoria de todos los que desaparecieron, por todos/as, y por aquellas madres, a las que les arrebataron sus hijos de sus entrañas, después de aplicarles la picana y antes de darles el pasaporte para la eternidad. Nos quedan los hijos de los desaparecidos, que siguen desaparecidos. Nos quedan como testimonio y denuncia sólida y firme, miles de artículos como Violadores, Malnacidos y Criminales ¿Quiénes? El que hoy ha recogido en portada Genoma, revista de Cultura. Nos QUEDA e irradia su luz poderosa y telúrica por encima de los ríos, las selvas y la columna vertebral de Latinoamérica, la poesía imperecedera de Juan Gelman, de Mario Benedetti y Mercedes Sosa, de Víctor Jara, de Nicanor y Violeta Parra… la poesía de sus poetas más sencillos, accesibles y humanos, los poetas que nacen de la Tierra, para sentirla, para amarla, para vivirla y morir por Ella.

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