Estoy hasta la peineta de los bombos de la lotería.
Y de estas "hermosas" fiestas hasta más arriba de la peineta, hasta el clavel reventón.
Por el amor de Dios, que con tanta bondad acabo histérica.
Todos los años lo mismo, y ya son tantos...
Me arruino con las comidas, mejor dicho comilonas, y no me refiero al dinero, que aún estoy pagando el préstamo de la Navidad 1998, es que mi maravilloso cuerpo serrano, ya no da más de si.
¿Porqué tengo que cenar como Ben-Hur en aquella carpa de moros la noche de Nochebuena?
Y menos mal que no me pasa lo que a Ben-Hur ¿no lo sabéis?, se le quedaron mirando hasta que eructó.
Lo que no recuerdo es si fue un eructo o dos...
Mira, ahora ya no me quedo tranquila hasta que no me entere de la cantidad exacta de eructos, la curiosidad me puede, ¿lo pondrá en wikipedia?.
Por cierto, nunca he tenido una flamenca encima de la tele.
Se la pediré a los Reyes Magos.
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