Líbranos, Señor,
de encontrarnos,
tantos años después,
cuando ya nos creíamos
resucitados,
con aquello que una vez
de encontrarnos,
tantos años después,
cuando ya nos creíamos
resucitados,
con aquello que una vez
nos mató...
Hay procesos que nos marcan para siempre, que hay que trabajar mucho para dejarlos atrás, cada cosa en su lugar, pero atrás, para no cargar por siempre los lastres del dolor... pero pasa el tiempo y nos damos cuenta de que lo que se pensó era un proceso más o menos superado para las personas involucradas, no es así... Inesperadamente vienen las palabras hirientes y queda claro que lo que para ti era agua pasada, para otros sigue siendo un río que les orada el alma y les llena de fango los cristales de las ventanas... hay piececitas sueltas que les siguen haciendo ruido por ahí...
Entonces toca entender y aceptar que el problema no es nuestro, porque ni siquiera la responsabilidad del proceso fue nuestra sino de otro(s), que siguen creyendo que haciéndose los locos van a poder eludir su responsabilidad... Y cuando uno sabe que hizo TODO cuanto pudo por estar cerca, por mediar, por intentar resolver y el otro no se dejó, lo que toca es repetirse una y mil veces que lo sensato es mantener una distancia prudente para no salir achicharrado, o embarrado, lo cual de ninguna forma es egoísmo, sino supervivencia...
Mi comadre Magaly me decía al respecto en un correo:
Acuérdate del caso de la Iglesia Católica con Galileo: lo chamuscaron, y hace como 6 ó 7 años volvieron a abrir su caso. Uno dice: nada, la Iglesia va a pedir perdón. ¡Pues no! La Iglesia emitió un comunicado "Perdonando a Galileo". ¡Será por el olor a quemado,no te jode! Pues aquí funciona más o menos el mismo principio: así como no vamos a cambiar a una institución de 2000 y pico de años, no vamos a cambiar la manera de pensar de esa persona. Tú, por tu parte, sentaste tu posición, clarísimamente y ya. No te dejaste machacar y defendiste a los más débiles."
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