El asesino utilizó una escopeta como arma homicida. Llegó a la calle Ulpiano en un coche, descendió y, sin mediar palabra, descerrajó un disparo en el pecho de la víctima que le causó la muerte de forma casi instantánea, según explicaron fuentes cercanas al caso.Quizá sea un ajuste de cuentas. Pero lo que está más que claro, es que con el aumento de la inmigración, se han disparado los asesinatos, robos y la delincuencia en general. Habría que poner un tope a la inmigración.
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