El retorno de los Nómades
Lía Schenck
Reconocimiento y acercamiento a los nómades (Cont.)
En toda situación nueva son fácilmente comprobables
los miedos básicos. Debería ser también fácilmente
comprobable una pasión básica. La pasión
por los cambios y los movimientos necesarios.
Durante el día, los nómades recorren los acminos.
Ven árboles y quieren treparlos y ven soles
y quieren abrirlos.
Asoman lunas y las recorren como lombrices
luminosas.
Encuentran vides y les mastican los vinos
y encuentran lluvias y se amamantan de sus aguas.
A los monjes les ofrecen cambiarle sus hábitos.
A los girasoles les regalan galaxias de flores
y a los peces les besan las escamas.
A las siemprevivas les sostienen las muertes
y a los lobos no les escuchan los cuentos.
Durante la noche llegan a las lechuzas y ellos
bailan delante de sus ojos.
Llegan serpientes y las reciben con cáscaras
de manzana.
Si no ven las estreññas encienden terroncitos
de tierra...
Todas estas cosas hacen.
después se miran y siguen íntegros como
planetas recién nacidos.
Si las noches se hacen negras con negruras
de otros relojes, preparan sus ojos para llorar
y los llantos desparraman sus aguas y empapan
la piel del aire y desbordan las copas de los
eucaliptos.
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