Tuesday, April 20, 2010

“Como una segunda independencia”




Pagina 12

Los presidentes de Cuba, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Nicaragua también asistieron a la conmemoración venezolana. La primera mandataria exhortó a “desterrar los enclaves coloniales” como el del Reino Unido en Malvinas.

Por Nora Veira

Desde Caracas


“¡Uh, ah, Cristina no se va!” El estribillo recibió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner apenas ingresó en la Asamblea Legislativa. “Quiero agradecer este increíble e inmerecido privilegio de hablar aquí”, dijo la oradora de honor en la sesión del Bicentenario de la Independencia. El presidente Hugo Chávez la eligió para esa misión que erizó a los críticos de la Revolución Bolivariana, recelosos del protagonismo de un mandatario extranjero. “Este Bicentenario es una segunda independencia. La libertad asociada a la igualdad: dos valores que expresan una sociedad más equitativa, más igualitaria”, remarcó CFK. En primera fila la aplaudían los presidentes de Cuba, Ecuador, Bolivia, República Dominicana y Nicaragua. Los 169 miembros de la Asamblea y todos los invitados se pusieron de pie para acompañar el reclamo de soberanía en las islas Malvinas: “Tenemos que desterrar los enclaves coloniales como el que el Reino Unido tiene en el sur del continente, y ésa es una obligación universal”, insistió.


El día había empezado muy temprano con el homenaje a Simón Bolívar en el Panteón Nacional. La extensión del desfile del Bicentenario, donde sólo faltó el paso de Peter, uno de los perros que protegen a Chávez, demoró la llegada de los mandatarios al Palacio Legislativo. La entrada por los jardines, donde bailaban parejas combinando ritmos caribeños y cantaban distintos grupos, le daban el color chavista a la solemnidad de la ceremonia que minutos después empezaría en el recinto. El ecuatoriano Rafael Correa compitió también en el cantito de “Uh, ah, Correa no se va”, y todos fueron equiparados en los aplausos. La presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, pidió un saludo para Fidel Castro y recordó que “un día como hoy, hace 49 años, Cuba derrotó al imperio en Playa Girón”. Otra vez, todos hicieron sonar sus palmas.


“Hugo me sugirió que empezara desde el descubrimiento de América, pero eso lo dejo para sus interminables discursos, yo voy a empezar por 1810”, dijo la Presidenta ante la complacencia de su auditorio. Hizo un recorrido por Moreno, Castelli, Belgrano, Francisco de Miranda y los revolucionarios franceses, para reivindicar esas ideas que hicieron “nido en la cabeza de esos hombres como instrumentos para la liberación de los pueblos, para construir sociedades más justas y equitativas”.

Las cámaras de la televisión venezolana, que transmitió en cadena nacional los actos por el Bicentenario, alternaban con las imágenes de los presidentes latinoamericanos y del propio Chávez, quien había cambiado el uniforme militar por un traje azul cruzado por la banda presidencial. “El cuerpo descuartizado de Tupac Amaru es el símbolo de que la libertad e igualdad no tienen nacionalidad, son valores universales que hacen a la condición humana”, dijo antes de describir las diferencias con el Centenario de la Independencia, cuando América estaba desunida y “las ideas de los libertadores habían quedado alejadas de las prácticas políticas de quienes conducían los países”.

El mandato de la unidad


“Crear la unidad de Latinoamérica no debe llevarnos a pensar que todos deben ser iguales. El secreto está en aceptar nuestra diversidad, nuestros distintos momentos históricos. Pertenezco a un partido que hizo punta, en 1945, en crear la tercera posición, un principio latinoamericano desde el que recreamos una forma de ver el mundo, de conducirnos, de relacionarnos”, dijo la Presidenta. En la necesidad de sellar la unidad como escudo de defensa de intereses comunes, destacó el apoyo de los países de la región en la reivindicación de soberanía en las islas del Atlántico Sur. “En mi país, una plataforma que navegó 14 mil kilómetros llegó para sacar petróleo de las islas Malvinas. Esta es una batalla por los recursos naturales, por el agua; esta lucha tal vez sea una de las claves del siglo XXI”, recordó.

Cristina Kirchner retomó nodos de sus exposiciones en foros internacionales, como el del doble standard que utilizan los países poderosos para hacer cumplir las resoluciones de Naciones Unidas. Reivindicó el multilateralismo y aprovechó para destacar la efectividad de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Señaló el papel que jugó en el respaldo al gobierno de Evo Morales cuando fue jaqueado por un intento golpista. “La Unasur pudo lograr lo que otras organizaciones no pudieron en Centroamérica (en alusión al golpe en Honduras, que desplazó a Manuel Zelaya). Esto muestra lo que podemos hacer. No se trata de quién grita más fuerte, sino de unir esfuerzos y lograr resultados.”


El presidente venezolano agradeció a su par argentina y optó por la brevedad en sus palabras. Eso sí, no se privó de un “¡Viva Perón!” Y en parafrasearlo con que “el siglo XXI nos encontrará unidos o dominados”. Los festejos siguieron rumbo a la Cumbre especial de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA), mientras en barrios ricos de Caracas algunas señoras hicieron sonar sus cacerolas, molestas por la presencia de Cristina Fernández de Kirchner como oradora de honor en la Asamblea del Bicentenario.

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Patria Socialista o Muerte

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