Por Arturo Cardona Mattei / Escritor y poeta puertorriqueño
Esta es la frase con la que, en latín, la Iglesia Católica nos anuncia que un nuevo Papa ha sido seleccionado. Acto seguido, el mundo se llena de alegría y esperanzas. Ayer, 2 de enero de 2009, los puertorriqueños eufóricamente proclamaron su nuevo gobernador. El Capitolio y sus alrededores estaban desbordados por una gran humanidad que celebraba tan importante acontecimiento. El licenciado Luis Fortuño Burset es el nuevo gobernador de Puerto Rico. En su corta carrera política logra alcanzar la máxima posición del país. Joven, talentoso y dinámico tiene sobre sus hombros una tarea altamente complicada, pues hereda un país enfermo, económicamente hablando.
Luego de una lucha campal dentro de su propio partido logra limpiar la mugre política que habitaba en el corazón de esa colectividad. Paulatinamente y con paso firme se tragó la maquinaria que lo quería devorar. Su estilo pausado y su manera de rechazar toda confrontación le pagó grandes dividendos. Paso a paso fue ganándose la simpatía política entre la jerarquía de su partido. Su victoria electoral fue contundente. Cámara, Senado, Comisaría Residente y la gobernación están en sus manos. Su capital político es total. Solo basta esperar para ver si sus ejecutorias administrativas son en provecho del pueblo. Los intereses creados y avaros son enormes. Las necesidades del pueblo son urgentes.
El licenciado Fortuño Burset es el nuevo cocoroco del anexionismo puertorriqueño. Ni por un solo segundo olvidemos que el sueño de la estadidad está fijado en lo más profundo de la mente de ese liderato político. Queriendo esto decir que en este cuatrienio -2009 / 2012- la lucha ideológica tomará el camino del enfrentamiento político. Estadistas, autonomistas e independentistas se irán cuerpo a cuerpo para ver quién tiene más mollero. Nuestro pueblo volverá a las luchas políticas que tanto dinero público le cuesta a un pueblo que está en bancarrota económica. Ya sabemos que el descuadre presupuestario ronda por los 2.5 billones de dólares.
Podemos estar seguros que esa realidad económica no va a ser obstáculo para que el nuevo gobernador busque un plebiscito con el aval del Congreso norteamericano. Aunque entendemos que la nueva administración de Washington será demócrata y esto podría representar una piedra en el camino del anexionismo puertorriqueño. El próximo presidente de los Estados Unidos, el señor Barack Obama, también recibe una nación que está apabullada por problemas económicos. Esto muy bien pudiera ser otro obstáculo para esas aspiraciones de anexar a Puerto Rico a la nación norteamericna como el Estado 51. Las locuras políticas muchas veces se imponen sobre la razón y la lógica. Y el anexionismo a ultranza puertorriqueño nos ha traído muchos dolores y sufrimientos. Nuestro pueblo se ha enfrentado a esas locuras políticas por muchos años. Con el poder político absoluto en sus manos, el nuevo gobernador no va a dejar pasar tan formidable oportunidad para adelantar la causa de la estadidad. Las presiones políticas van a ser bárbaras. Veo el látigo y oígo el zumbido.
Si no se resuelven los problemas económicos de Puerto Rico durante este cuatrienio próximo a comenzar, vamos a ser espectadores de unas luchas interminables. Veo al movimiento obrero dando su máximo por obtener la justicia que no recibió en el pasado cuatrienio; y tratando de no perder lo que se le quiere quitar. Sólo recordemos lo que el Consejo Asesor de Luis Fortuño quiere implementar, dis que para mejorar la situación económica del país. Hablan de esquilmar más al obrero y empleado asalariados. Pretenden despojar a empleados y obreros de unos beneficios ya ganados. El sudor de estos obreros y empleados ya no es suficiente. Ahora quieren su sangre. Ahora buscan esclavos, no empleados. Los ánimos se van a levantar muy pronto. Muy bien nos podrían llegar días negros para toda la sociedad puertorriqueña. Pues todos vamos a pagar por los altos sacrificios que estos millonarios –el Consejo Asesor- le recomiendan al nuevo gobernador.
Sería un gran infortunio que Luis Fortuño se doblegue ante tales consejos y asesoramientos. Esa, sin duda, sería la receta del desastre. El pueblo busca alivios, no agobios. Casi 4 millones de seres humanos vamos viajando en la misma nave. O nos salvamos todos, o nos hundimos todos. Es hora de que esos millonarios suelten el chupete. Nuestro pueblo está en una difícil encrucijada. Las vacas flacas están con nosotros. Necesitamos a José, aquel que interpretó los sueños del faraón.
Caguas, Puerto Rico
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Memorias de la contracultura / Comevacas y Tiznaos: Las Partidas Sediciosas en el Pepino de 1898 / Antología del erotismo / Israel lanza sus tropas terrestres sobre la Franja de Gaza / Los piratas judíos en el Caribe / Los Motivos del Lobo / Carlos López Dzur: Poeta Chacaloso / Carlos López Dzur: Esteta caribeño
Esta es la frase con la que, en latín, la Iglesia Católica nos anuncia que un nuevo Papa ha sido seleccionado. Acto seguido, el mundo se llena de alegría y esperanzas. Ayer, 2 de enero de 2009, los puertorriqueños eufóricamente proclamaron su nuevo gobernador. El Capitolio y sus alrededores estaban desbordados por una gran humanidad que celebraba tan importante acontecimiento. El licenciado Luis Fortuño Burset es el nuevo gobernador de Puerto Rico. En su corta carrera política logra alcanzar la máxima posición del país. Joven, talentoso y dinámico tiene sobre sus hombros una tarea altamente complicada, pues hereda un país enfermo, económicamente hablando.
Luego de una lucha campal dentro de su propio partido logra limpiar la mugre política que habitaba en el corazón de esa colectividad. Paulatinamente y con paso firme se tragó la maquinaria que lo quería devorar. Su estilo pausado y su manera de rechazar toda confrontación le pagó grandes dividendos. Paso a paso fue ganándose la simpatía política entre la jerarquía de su partido. Su victoria electoral fue contundente. Cámara, Senado, Comisaría Residente y la gobernación están en sus manos. Su capital político es total. Solo basta esperar para ver si sus ejecutorias administrativas son en provecho del pueblo. Los intereses creados y avaros son enormes. Las necesidades del pueblo son urgentes.
El licenciado Fortuño Burset es el nuevo cocoroco del anexionismo puertorriqueño. Ni por un solo segundo olvidemos que el sueño de la estadidad está fijado en lo más profundo de la mente de ese liderato político. Queriendo esto decir que en este cuatrienio -2009 / 2012- la lucha ideológica tomará el camino del enfrentamiento político. Estadistas, autonomistas e independentistas se irán cuerpo a cuerpo para ver quién tiene más mollero. Nuestro pueblo volverá a las luchas políticas que tanto dinero público le cuesta a un pueblo que está en bancarrota económica. Ya sabemos que el descuadre presupuestario ronda por los 2.5 billones de dólares.
Podemos estar seguros que esa realidad económica no va a ser obstáculo para que el nuevo gobernador busque un plebiscito con el aval del Congreso norteamericano. Aunque entendemos que la nueva administración de Washington será demócrata y esto podría representar una piedra en el camino del anexionismo puertorriqueño. El próximo presidente de los Estados Unidos, el señor Barack Obama, también recibe una nación que está apabullada por problemas económicos. Esto muy bien pudiera ser otro obstáculo para esas aspiraciones de anexar a Puerto Rico a la nación norteamericna como el Estado 51. Las locuras políticas muchas veces se imponen sobre la razón y la lógica. Y el anexionismo a ultranza puertorriqueño nos ha traído muchos dolores y sufrimientos. Nuestro pueblo se ha enfrentado a esas locuras políticas por muchos años. Con el poder político absoluto en sus manos, el nuevo gobernador no va a dejar pasar tan formidable oportunidad para adelantar la causa de la estadidad. Las presiones políticas van a ser bárbaras. Veo el látigo y oígo el zumbido.
Si no se resuelven los problemas económicos de Puerto Rico durante este cuatrienio próximo a comenzar, vamos a ser espectadores de unas luchas interminables. Veo al movimiento obrero dando su máximo por obtener la justicia que no recibió en el pasado cuatrienio; y tratando de no perder lo que se le quiere quitar. Sólo recordemos lo que el Consejo Asesor de Luis Fortuño quiere implementar, dis que para mejorar la situación económica del país. Hablan de esquilmar más al obrero y empleado asalariados. Pretenden despojar a empleados y obreros de unos beneficios ya ganados. El sudor de estos obreros y empleados ya no es suficiente. Ahora quieren su sangre. Ahora buscan esclavos, no empleados. Los ánimos se van a levantar muy pronto. Muy bien nos podrían llegar días negros para toda la sociedad puertorriqueña. Pues todos vamos a pagar por los altos sacrificios que estos millonarios –el Consejo Asesor- le recomiendan al nuevo gobernador.
Sería un gran infortunio que Luis Fortuño se doblegue ante tales consejos y asesoramientos. Esa, sin duda, sería la receta del desastre. El pueblo busca alivios, no agobios. Casi 4 millones de seres humanos vamos viajando en la misma nave. O nos salvamos todos, o nos hundimos todos. Es hora de que esos millonarios suelten el chupete. Nuestro pueblo está en una difícil encrucijada. Las vacas flacas están con nosotros. Necesitamos a José, aquel que interpretó los sueños del faraón.
Caguas, Puerto Rico
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Memorias de la contracultura / Comevacas y Tiznaos: Las Partidas Sediciosas en el Pepino de 1898 / Antología del erotismo / Israel lanza sus tropas terrestres sobre la Franja de Gaza / Los piratas judíos en el Caribe / Los Motivos del Lobo / Carlos López Dzur: Poeta Chacaloso / Carlos López Dzur: Esteta caribeño
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