Friday, October 3, 2008

Barack, McCain, Biden y Palin




Barack Obama, candidato demócrata a la presidencia de los EE.UU. y su compañero de fórmula para la vicepresidencia, Joseph Biden. Este último se midió em un debate con la candidata vicepresidencial republicana Sara Palin, gobernadora de Alaska.


Por Arturo Cardona Mattei / escritor puertorriqueño


Las elecciones presidenciales en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina. El presente es muy incierto y el futuro no pinta nada mejor. Quien quiera que sea el próximo presidente va a tener un tremendo dolor de cabeza. Su espalda llegará a estar encorvada y su espíritu sufrirá tremendos jamaqueones. El mundo todo sufre graves problemas, pero Estados Unidos en su papel de guardián del mundo se ve obligado a pautar pensamientos y caminos por donde todos los demás países se sientan seguros al transitarlos. Nada es fácil. Escollos viejos y nuevos seguirán saliendo al paso y los líderes mundiales estarán escasos y cortos de soluciones. A corto y largo plazos los gobiernos mundiales van a seguir sufriendo. La humanidad espera cosas positivas, pero acuerdos y tratados seguirán siendo traicionados.

Es un bochorno que este planeta esté lleno de tantos líderes –políticos, económicos, religiosos, etc.- enfermos por el egoísmo, el odio y la avaricia. El poder corrompe y mutila la buena voluntad que esos hombres puedan tener. Las Naciones Unidas, altar y tribuna del mundo está destinada, al igual que su predecesora –la Liga de las Naciones- a desaparecer. Pues ella es un fiel espejo de todas las maldades que aprisionan al resto de las naciones. No importa cuántas bendiciones reciba de la cristiandad alucinante que tenemos.

Empecemos a auscultar la bola de cristal. Entiendo que el senador Barack Obama se perfila como el ganador de esa gran contienda política por la Casa Blanca. Quedó establecido en el primer debate que el senador John McCain no posee las habilidades ni el dominio que hay que exhibir en ese tipo de encuentro. Sí posee una gran experiencia, pero su presencia en el podio político no proyecta la magia de capturar simpatías y votos. Se veía incómodo y casi nunca miró a su contrincante. Era tenso en sus movimientos y en su rostro no se veía la sonrisa que da confianza a lo dicho.

Sólo un factor pudiera cambiar el resultado de esa contienda tan importante: el sentimiento racista. Los prejuicios raciales en la nación norteamericana nacieron el mismo día en que desembarcaron del Mayflower, en 1620.

Sabemos que las elecciones en Estados Unidos se deciden por el llamado Colegio Electoral, y que 270 votos es la cantidad mágica para proclamar al nuevo presidente. En sólo tres estados, California, New York e Illinois, Barack Obama acumularía 107 votos electorales, osea, algo más de una tercera parte de ese número mágico. Estos tres estados han sido un baluarte seguro del Partido Demócrata desde el 1992. Prácticamente, casi toda Nueva Inglaterra ha permanecido fiel a este partido. Si se repite ese perfil, entonces Barack Obama acumularía otros 82 votos electorales, para un total de 189 votos electorales.

Michigan, otro baluarte Demócrata, con sus 17 votos electorales pondría al senador Obama a sólo 64 votos electorales para capturar la presidencia. Y solo estamos hablando de 14 estados. Haciendo otras añadiduras y estirando algo más la bola de cristal, creo que Barack Obama puede alcanzar la cifra de 306 votos electorales.

Dejando a su rival, John McCain, con sólo 232 votos electorales.

Mientras, cabe esperar por los debates entre los candidatos a la vice-presidencia. Por lo visto y oído hasta ahora, todo parece indicar que la gobernadora de Alaska, Sarah Palin, no debe presentar ningún reto serio para Joseph Biden. La experiencia política entre ambos es una monumental. Esta gobernadora alaskeña ha dado a entender que por su proximidad geográfica con Rusia le da puntos para hablar sobre política exterior. Tal vez haya concertado algunos tratados comerciales con esa nación, pero eso no le abona nada sobre asuntos de política internacional. El senador Biden muy bien podría ponerla en serios aprietos en esos debates.

Sarah Palin me recuerda a Dan Quayle, quien fue vice-presidente durante la administración de George Bush, padre. Era tan superficial e inepto que la prensa nacional lo hizo el hazmerreír de todos. ¿Recuerdan cuando en una escuela no supo deletrear la palabra potato? Papas y salmones son buenos platos de mesa.

Caguas, Puerto Rico

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