Vivimos tiempos de cambio en América Latina. Hoy más que nunca los grandes medios de difusión, voceros del poder económico, se convierten en principales opositores a los cambios, ejerciendo un verdadero terrorismo mediático. Al mismo tiempo, vemos con optimismo el fortalecimiento y articulación de iniciativas de comunicación transformadoras, populares, alternativas, comunitarias, educativas y otras. Estos medios disputan sentidos, cuestionan la hegemonía del pretendido discurso único y son expresión de las diversidades de nuestro continente. De igual manera valoramos el trabajo de algunos medios locales que acompañan los esfuerzos de desarrollo y de diversos periodistas que de forma muy profesional y valiente hacen esfuerzos por promover una comunicación crítica y con compromiso social.
La Comunicación es un Derecho de todas las personas. El Derecho a la comunicación implica garantizar diversidad y pluralidad. No nos conformamos con las proclamas empresarias que reducen la libertad de expresión a la libertad de empresa. No se trata solamente de que los estados no censuren a la prensa. Entendemos necesaria la implementación por parte de los Estados de políticas públicas, con participación ciudadana, para garantizar a todas y todos el ejercicio, en igualdad, de los derechos a la Libre Expresión, a la Información y a la Comunicación. De esa forma se posibilitará la expresión a pueblos y sectores silenciados.
Lo anterior implica revisar y reformular los marcos regulatorios para asegurar una comunicación democrática y horizontal. Eso implica entre otras cosas que la información y la comunicación sean consideradas un derecho y no una simple mercancía; que se impidan los oligopolios y monopolios informativos; que se asegure el libre acceso a la información pública; que se promuevan y fortalezcan los medios del sector social, populares, comunitarios, educativos; que se impulsen y desarrollen los medios públicos, con participación ciudadana, superando la idea de medios estatales al servicio de los gobiernos; que se asegure el acceso y utilización universal de los beneficios de las tecnologías de la Información y Comunicación. En este sentido reconocemos los avances que significan las nuevas Constituciones de Ecuador y Bolivia, las nuevas legislaciones en Venezuela y Uruguay y los debates abiertos en países como Argentina, Estados Unidos y México, entre otros, para reformar la legislación en comunicación.
Los movimientos sociales reconocemos y valoramos los medios propios, comunitarios y populares, comprometiendo los mayores esfuerzos en potenciar y articular su trabajo para contar la historia desde la mirada de nuestros pueblos y disputar los sentidos al discurso del poder. Esto supone no sólo más medios, sino más fuertes, con nuevas estéticas y articulados en redes.
El nuevo escenario continental abre oportunidades y a la vez desafíos para contribuir a la integración de nuestros pueblos, promoviendo la solidaridad, facilitando el diálogo intercultural, integrando la diversidad de voces y visibilizando los pueblos originarios y afrodescendientes, poblaciones migrantes, mujeres, niñas, niños y jóvenes, para hacer en conjunto otra América posible.
Llamamos a todas las organizaciones y redes sociales a articularnos y unir nuestros esfuerzos para construir una agenda común hacia la democratización de las comunicaciones.
El siguiente llamamiento fue elaborado a partir de los debates sobre democratización de la comunicación en el III Foro Social Américas, Guatemala 7-12 de octubre 2008, y presentado en la Asamblea de Movimientos Sociales. Documento propuesto por: ALAI, ALER, APC, OCLACC, Minga Informativa de Movimientos Sociales. Se invita a las personas y organizaciones que se identifican con la propuesta a suscribirlo.
Para suscribir el documento, vaya a: Suscribir
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Wednesday, October 29, 2008
Democratizar la comunicación
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