No me apetece, pero para nada, ir al cementerio. Esa no es mi tradición, en mi casa nadie sentía pasión por eso. Ni iban mis padres, ni mis abuelos.
Es que no le veo sentido, ir a limpiar lápidas y cambiar ramos por ser Todos Los Santos.
¿Que tendrá que ver Los Santos en masa con el cementerio?
Y a la puerta venden castañas asadas, eso si me gusta. Pero comer allí me resulta difícil. Mejor se compran al salir y te las zampas volviendo a casa.
Además, para mi allí no hay nada. Aunque líbreme Dios de quedarme encerrada una noche , y es que con tantas pelis de cementerios y muertos vivientes, te entra el pánico supremo, y directamente la palmas.
Cuando yo me muera, me importa un bledo si me ponen de abono para melones, si echan mis cenizas en la pinada más verde o en el secano más Gobi .
Total no me voy a enterar.
Los ramos que me los regalen mientras viva, y si quieren limpiar mi casa gratis, lo agradeceré.
No me gusta el trabajo de enterrador, aunque sea bien pagado y con derecho a casa. En cambio vi una serie "A dos metros bajo tierra" y me encantó. Y eran enterradores, pero que bien hecha, y que guiones. Lástima que se acabó.
VIDEO:a dos metros bajo tierra intro
No comments:
Post a Comment