Estaba trabajando en mi escritorio, ya cerrada la oficina, levanté la vista y en el escalón de la entrada, apoyada en el cristal de la puerta, me miraba una niñita con un abriguito rojo, el pelito por los hombros y una coletita cayéndole a un lado de la cara. Los ojos enormes mirando los míos, muy seria y, de pronto vi subirle desde los talones hasta la carita, la sonrisa más linda que he visto hoy. Por supuesto, salí y le regalé un puñado de globos. Dijo un "gaziaz" muy quedito y me volvió a sonreír... Me entibió el corazón...
Thursday, March 29, 2007
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