Thursday, March 1, 2007

Lo que nunca leerás, pero sabes (espero)...

¿Cómo resumir en un post todo lo que tengo que agradecerte, las razones por las cuales te amo tanto y te extraño a morir? Yo se que no vas a leer estas líneas y que, cuando te llame para felicitarte, voy a estar más torpe que una chiva en un garaje, pero es igual, yo se que no necesito decirte para que sepas el lugar que ocupas en mi corazón... No se si te imaginarás cuántas veces al día me acuerdo de las cosas que me sembraste en el alma, y que vuelven a florecer en mi para ayudarme a seguir adelante cuando las recuerdo, eres una primavera constante en mi corazón...
Lo único que lamento es no poder sentarme hoy en tus piernas, como lo hacía siempre, y te decía como cuando de bebé quería que me cargaras: "¡ápa!¡abiba!", y tú te reías, porque te lo decía cuando ya era tan alta como tú, en un intento por retener esa seguridad y protección que sentía a tu lado siempre que estabas cerca...

81 años, Papá, y te ves como un carajito de 60, aunque ya los achaques estén comenzando a aparecer... Ojalá que cuando yo llegue a tu edad esté tan bien por fuera como tú, y tenga tu sabiduría y ternura por dentro...

Feliz cumpleaños, Papi, desde tan lejos te abrazo fuerte, con los ojos llenitos de lágrimas, porque como tú siempre dices, yo no las llevo en los lagrimales, sino detrás de las orejas...

Te amo con todo mi corazón...

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