Si hay algo que no puedo soportar yo es la mediocridad en la argumentación cuando se trata de poner en entredicho el honor de una persona, sea en el plano laboral o en el personal. Llenar requisitos porque hay que llenar una estadística, sin tener un cuidado extremo en lo que se afirma, en los juicios que se emiten, es para mi un pecado tan terrible como un asesinato.
Estoy cabreadísima, pido disculpas, pero en este instante esta es mi tribuna para manifestarlo... A estas alturas de mi vida no entiendo cómo la gente puede montar cacerías de brujas, saltándose la rigurosidad y afectando la honorabilidad de las personas, sin tomar en cuenta sus actuaciones anteriores, los hechos que le avalan, sus sentimientos, porque no somos números en una lista, somos personas que, para mi, es lo más valioso que se puede ser... Pobre gentecita, de verdad
Monday, February 12, 2007
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