Cuando estuve en Praga hace un año, una de las cosas que me llamó muchísimo la atención fue el comentario de la guía que teníamos, sobre el bellísimo Ponte di Carlo y el momento exacto del inicio de su construcción...Todos los puentes anteriores que se construyeron para unir los dos lados de Praga fueron arrasados por las frecuentes crecidas del río Moldava.
El momento exacto del comienzo de la construcción del Puente de Carlos está cincelado en la piedra de una de sus torres: el 9 de julio de 1357 a las 5.31 de la mañana. La elección de la fecha y hora no fue arbitraria, porque el número palindrómico (se lee igual de derecha a izquierda y viceversa) 135797531 fue determinado por la numerología de los astrólogos de la época como el ideal para iniciar los trabajos, estudio que fue solicitado por el monarca y que lo hizo madrugar un poco para poder asistir en persona al magno evento. Está de más decir que el puente, construído bajo los parámetros numerológicos, sigue en pie y ninguna crecida posterior del Moldava ha podido con él...
El Puente une dos barrios del casco histórico de la ciudad y, por ser peatonal, está siempre abarrotado de turistas y músicos callejeros que le otorgan mucha vida a la roca oscura y sobrecargada del arte gótico. Lo más llamativo del puente se lo otorgan las treinta estatuas de piedra, esculpidas entre 1683 y 1714 por los mejores escultores bohemios, las cuales se alinean a ambos lados del puente y representan a los santos patronos de la época, como San Vitus y San Nepomuk. El puente fue diseñado por el arquitecto Petr Parler y junto con sus torres a cada extremo es considerado una de las joyas mejor logradas de todo el arte gótico europeo.
Tengo una foto preciosa donde estoy apoyada en la balaustrada del puente, con una vista hermosa del río, peeero como mi cámara digital de entonces decidió morirse en pleno viaje, la foto está en papel y no la he escaneado, así que quedo en deuda y no les queda otra que fiarse de mi =oD
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