Por Julián Bruschtein
Las agrupaciones de la juventud peronista vinculada al kirchnerismo en sus distintas expresiones se encuentran delineando estrategias para contener a los nuevos militantes que se empezaron a sumar a partir del multitudinario funeral del ex presidente Néstor Kirchner. Plenarios, debates y reuniones son moneda corriente para ensanchar el caudal ante el reflujo de la militancia. Las estrategias se multiplican para abastecer de política a los recién llegados. “Tenemos que construir el gran Néstor colectivo”, aseguró el secretario general de la JP Evita, Leonardo Grosso. El líder de La Cámpora, Andrés Larroque, vaticinó que a futuro “esta generación va a terminar construyendo una nueva corriente política”. Para el referente de la JP Descamisados, Claudio Lo Prete, más allá de las estrategias de acercamiento “lo que atrae netamente es la política”. Todos apuntalan la figura de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La juventud peronista se encuentra desperdigada en la formalidad, pero organizada y convencida. El renacer del compromiso militante marcado por el modelo kirchnerista y fortalecido por la multitudinaria despedida de Kirchner tras su muerte obligó a los agrupamientos juveniles a replantear y reforzar sus estrategias de acercamiento de militantes. La Cámpora –agrupación que se consolidó al calor de las movilizaciones a favor de la ley de medios, aunque sus militantes ya estaban comprometidos con Kirchner como referente político– responden directamente a la Presidenta y es el espacio que mayor crecimiento tuvo en estos años. “En las últimas semanas recibimos más de cuatro mil mails de gente que tiene la necesidad de militar”, aseguró a Página/12 su secretario general. Larroque, junto a Mariano Recalde, Eduardo De Pedro, el dirigente bonaerense José Ottavis y el legislador Juan Cabandié, se referencian en la Juventud Peronista del partido que conduce el nieto recuperado por las abuelas.
La Cámpora es el grupo con mayor cantidad de militantes a nivel nacional y se encuentra en período de análisis de políticas para contener a la nueva oleada de militantes. “Esto no se trata de ver quién tiene más o quién tiene menos, sino de encauzar con debate y política la defensa de los logros de este gobierno”, agregó Larroque. La agrupación que conduce integró a su página web un link titulado “Yo quiero militar bancando a Cristina” para que los interesados envíen sus datos; de allí los miles de mails que recibieron y en los que trabajan para organizar a los nuevos. Las reuniones para sumar a los nuevos militantes las hacen por grupos en cada provincia o localidad, según se los demande la cantidad de gente. Ya hubo encuentros en Tucumán, Santiago del Estero, San Juan, Rosario, en la Ciudad de Buenos Aires. El viernes pasado se reunieron en La Plata y ayer en Vicente López. Fundamentalmente “se trata de dar la discusión y el debate ideológico y romper el bloqueo mediático que hay”, explicó Larroque. Después los militantes se distribuyen en el área que corresponda, como ser la universidad o el territorio.
El Movimiento Evita que conduce el dirigente social Emilio Pérsico también tiene su rama juvenil con representación en la mayor parte del país. El secretario general de la JP Evita explicó que en este momento “en general redoblamos la apuesta reconstruyendo ámbitos de plenarios y encuentros porque se está acercando mucha gente”. Grosso también puntualizó que “no solamente se acercan jóvenes con ganas de militar, sino que muchos de los padres de esos chicos habían militado alguna vez y también vienen decididos para integrarse y militar de nuevo”. Incluso tuvieron que reformular la organización de viajes solidarios porque “estaban pensados para el sector universitario. Por ejemplo los primeros días de diciembre hay un viaje a Santiago del Estero con comunidades del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) y decidimos integrar a los compañeros nuevos” como una forma de mostrar la política en la práctica y “tener además un buen espacio de discusión”.
La JP Descamisados, por su parte, se encuadra en el Movimiento Peronista Revolucionario que alguna vez formó parte del Evita y que lidera Marcelo Koenig. Lo Prete es uno de sus referentes y de los dirigentes más jóvenes: tiene 22 años. “Seguramente las redes sociales forman parte de la forma más nueva de acercar a la gente, pero lo que convoca es la política”, aseguró. “Se abre el panorama y por eso redoblamos las convocatorias para rediscutir la política con los compañeros que se acercan”, señaló también aludiendo a la particular situación de reflujo de militancia.
Las agrupaciones juveniles peronistas se multiplican desde distintas vertientes pero unidas por el hilo del kirchnerismo. La Juventud del Peronismo Militante, de la Corriente Peronista Federal, la JP Identidad, del Segundo Bicentenario y la Juventud Sindical Peronista de Facundo Moyano son algunas de las organizaciones que participan del mismo espacio y que están en crecimiento.
El cauce político los reunió en situaciones coyunturales como las movilizaciones del 24 de marzo y las de respaldo a las retenciones y a la ley de medios. En septiembre confluyeron en un acto en el Luna Park del que participaron Kirchner y CFK. “Tenemos un denominador común y nos conocemos todos por las luchas que venimos dando . Por eso creo que formamos parte de una generación que en algún momento va a terminar formando una corriente política”, auguró Larroque. Grosso, apuntó a que el desafío será “construir un gran Néstor colectivo”.
Pagina12
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