Hoy cumples 18 años ¡quién pudiera pillarlos de nuevo con todo lo que ahora se! Pero sobre todo, mi amor, quien pudiera tenerte de nuevo, tan pequeñita y preciosa, entre mis brazos y volver a vivir esos días en que te di la bienvenida a mi vida con toda mi alma, pero no te disfruté todo lo que habría podido, porque estaba asustada y no sabía si sería capaz de cuidarte como debía...
Cuando uno tiene 18 año se cree que tiene todo bajo control, aunque por dentro tenga más dudas que certezas, le hace caso a cosas que, con el tiempo, entiende que no valían la pena las lágrimas con que las regamos, y una se cree que el mundo se va a acabar mañana y tiene que vivirlo todo a la vez, con unas prisas llenas de hormonas, curiosidad y ansiedad por beberse la Vida en un instante...
Mi amor: difruta el viaje de la Vida, porque un día, más cercano de lo que crees, miras atrás y te das cuenta de que no importaba tanto el destino, como el paisaje que transitabas. Persigue tus sueños y ten siempre uno en la mochila, porque los sueños son el impulso de nuestros actos. Yo se que vas a ser una súper mujer, porque desde ya lo eres: bella por dentro y por fuera, buena hija, hermana, amiga, con una madurez que no es común en personas de tu edad y que ya me habría gustado a mi tenerla con tus años...
Yo quiero que sepas que te quiero, y que por que te quiero y me importas, a veces me meto donde tú crees que no me llaman, y me duelen tus dolores más que a ti misma. Quiero que no olvides jamás lo que siempre te digo y ya te decía cuando eras una miniaturita anidada en mi vientre: Siempre, mientras Dios me de fuerzas, me vas a tener a tu lado, con un amor incondicional y absoluto, como solo se pueden querer a los hijos, a esos trocitos de nuestro cuerpo y nuestra alma, por los que una daría la vida y más, sin pensarlo un solo instante. Un día, cuando seas madre, me entenderás más aún, porque solo se aprende a ser hija, cuando se es madre...
Cuentas conmigo siempre, Lunita, no lo olvides jamás, ¿weno?
Te amo
Mamá
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