Monday, November 10, 2008

Mil millones de personas viven con un dólar al día




Oleo Miseria y hambre, de Marta Cancino / Alainet

Para octubre de 2007 la cantidad de personas que vivían en extrema pobreza había disminuido en forma considerable: «Casi mil millones de personas viven con solo USD 1 al día», dijo el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoelick en su discurso ante la Junta Directiva de la institución. En junio de 2008 se afirmó en el borrador sobre ayuda de la Agenda de Acción de Accra, redactado principalmente por los gobiernos donantes y los secretariados del Banco Mundial y de la OCDE, que «se ha avanzado. Hace quince años, una de cada tres personas vivía con menos de un dólar al día; hoy, esa cifra se ha reducido a una en cinco. Sin embargo, mil millones de personas aún viven en la pobreza extrema».

De pronto, el 26 de agosto de 2008 el Banco Mundial anunció que las estimaciones con respecto a la pobreza se habían revisado y que la cantidad de personas extremadamente pobres era, en realidad, 1.400 millones en 2005. De un día para otro, ¡un aumento de casi el 50% Sin embargo, según Martin Ravallion, director del Grupo de Investigaciones del Banco, «el mundo en desarrollo es más pobre de lo que pensábamos, pero no menos exitoso en la lucha contra la pobreza». Para confirmar tan optimista punto de vista, el equipo dirigido por Ravallion y Shaohua Chen revisó en retrospectiva las cifras de pobreza, llegando hasta 1981, para afirmar, entonces, que las estimaciones anteriores eran erróneas y que, por tanto, la proporción de personas pobres se había reducido a la mitad en los últimos 25 años y, por el mismo razonamiento, aún puede reducirse lo suficiente para cumplir con el primer objetivo de los ODM para 2015.

Roberto Bissio, coordinador de Social Watch, sostiene que el indicador de 1 dólar al día no es el correcto. Pero «incluso si el concepto base de este indicador lo fuera, ahora sabemos que las estimaciones estaban equivocadas. Y más aún, aunque las nuevas estimaciones y su historia recalculada fueran las correctas, la tendencia de los últimos años no es un pronóstico del futuro». El propio Banco Mundial admite, «las nuevas estimaciones aún no reflejan los efectos adversos, y potencialmente grandes que, sobre las personas pobres, tendrán los precios de alimentos y combustible, en alza desde 2005».

Por medio de tres indicadores sencillos, disponibles en la mayoría de los países del mundo, promediados mediante un método que cualquier estudiante de educación secundaria puede replicar, se puede evaluar, de manera fácil y convincente, las tendencias nacionales e internacionales en la lucha contra la pobreza. El panorama resultante no es color de rosa. «Quienes definen las políticas deben comprender que la credibilidad de su compromiso depende, como en los Juegos Olímpicos, de llevar el tanteador en forma honesta, de árbitros imparciales y de reglas que no cambien en medio del partido. Puede que un tanteador negativo en el primer tiempo sea malo para el entrenador; permite, sin embargo, modificar la estrategia para la segunda mitad del partido», concluyó Bissio.
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Tomado de Social Watch, Nueva York, Septiembre 22, 2008.
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