Saturday, December 9, 2006

Conoce a tu Cabrona Interior...

Este texto proviene de un libro que me regaló hace algunos años,mi amiga mexicana, Yolanda, cuando estuvo porR aquí una temporada; lo confieso, no hay vez que lo abra que no me harte de reír y de darle la razón... vaya este regalito de mi parte, ahora que el almita comienza tímidamente a sonreír de nuevo, gracias a mi Cabrona Interior...


Existe una parte poderosa y esencial en cada una de nosotras que hasta ahora no ha sido reconocida ni su energía explotada. Años de represión han ocultado este aspecto en los rincones y las grietas de nuestras almas. Debido a que no lo comprendemos, hacemos todo lo posible por mantenerlo en la oscuridad, donde creemos que pertenece.

Se trata de la Cabrona Interior. No pretendas no saber de qué hablo.

Todas la conocemos. Ella flota constantemente justo bajo la superficie de nuestra conciencia y nuestra cultura. Ella es parte de nosotras, es inteligente, segura y digna, y sabe lo que quiere. Nos dice que no nos conformemos con menos. Nos advierte cuando estamos a punto de embarcarnos en una conducta autodestructiva.

La Cabrona Interior no es esa parte de nosotras que a veces se muestra estúpida o ruin o carente de sentido del humor. No cae en conductas de autoderrota, ni abusa de sí misma, ni de los demás.

La Cabrona Interior no participa en discusiones de poca importancia, ni siquiera por actitud deportiva. ¿Para qué molestarse?

La Cabrona Interior jamás entra en una batalla de ingenios con un oponente desarmado. Y jamás teme decir: "Que se vayan al diablo si no aguantan una broma".

Sostengo esta verdad como algo evidente: al liberar nuestra Cabrona Interior podemos utilizar su poder y energía para nuestros objetivos más elevados.

Si la ignoramos, nos arriesgamos a que enloquezca cuando la presión de ser linda se vuelva insoportable. Todas hemos sido testigos de ello y no es un panorama agradable.

Cuando no reconocemos a nuestra Cabona Interior nos salen granos o engordamos, o adelgazamos demasiado y nos volvemos controladoras, manipuladoras, lloronas o histéricas. No insistimos en practicar sexo seguro.

Nada de esto es productivo y algunas de estas cosas resultan francamente peligrosas.

¿Cómo terminamos con esas conductas autodestructivas, en especial después de toda una vida de lindura tóxica?

Lo único que se necesita es una pequeña frase:

"YO CREO QUE NO"

Todas lo pensamos, sin embargo, ahuyentamos esa idea como si fuera un mosquito molesto. "Eso no es lindo", pensamos; pero el precio que debemos pagar es muy alto...

Inténtalo. Empieza poco a poco. Imagina una situación en tu vida en la que sea aplicable...

¿ves? Funciona. Nadie puede malinterpretar el significado de la frase. Argumentar en contra es inútil: ¿cómo puede alguien suponer que crees algo si tú afirmas lo contrario?

Es suave, es cortés, pero fuerte, firme e indiscutible... Prueba con distintos tipos de voz. Dale un tono reflexivo o intenta poner énfasis en distintas palabras: yo creo que no, yo creo que no.

Elizabeth Hilts
"Manual de la Perfecta Cabrona.
Consejos para estar segura de una
misma y no dejarse pisotear"
(México, Ed. Diana, 2003)

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