Thursday, February 17, 2011

Poemas políticos: Carlos López Dzur / 3


De Bola Curva para Colin


«I'm the one who presented it to the world,
and [it] will always be a part of my record.
It was painful. It is painful now. That devastated me»:

Colin Powell,
5 de febrero de 2003
Adquirí una mentira fabricada
por terceras bocas y cuartas manos.
Le dí mi fe y fue mi opio.
Obnubiló mi entendimiento
y ahora me duele mucho, me avergüenza.
«It is a blot on my record».

Días después de comunicar al mundo esa mentira,
me dijeron: «Hay que sostenerla hasta el final,
porque no es cierto; pero la guerra ha de sustentarse
en tal mentira». Se dispuso así, dijo George Tenet.
Ya lo dispuso el Pentágono. Guerra.
Hay que seguir adelante.

«Colin, yo también creí que era cierto.
I believed what he was giving to me was accurate».

Entonces, vamos de mierda en mierda.
«The intelligence system did not work well».
¿En quién confiará la patria ahora?
Colin se desmoronó con asco.

2.

El siempre quiso ser el Diplomático-Soldado,
el más honorable, Secretario que América
reclamara con plenitud de orgullo,
pero nadie hay honesto,
nadie inocente,
ninguno estrictamente bueno
cuando el negocio es matar,
obedecer a ciegas,
cerrar los ojos al prójimo
por algún diferendo y hacer creer
a terceros, o inclusive a la propia nación,
que «mi imperio es primero y mejor que otros,
que somos inequívocos,
con bondades y virtudes
incuestionablemente encarnadas
cuando sólo somos
autómatas y asesinos.

Y un día hasta Colin llegó el Tentador
(el que pone las reglas y da a la cáfila
el deshonor y dijo:
«Con la soberanía de Irak, nos limpiaremos
el culo, a Saddam hay que tirarlo a los perros».

Fue en 2003 y dijeron a Colin:
La amenaza de las armas químicas y biológicas
no es buena para el mundo,
¿estás conmigo? Y dijo: «Sí».
Colin no vaciló al hacerlo.

Aseguró en su discurso ante las Naciones Unidas:
«Iraq is harboring weapons of mass destruction».
E hinchó el pecho de general y comandante
y Secretario de Estado, al mencionar
que hay descripciones de primera mano
sobre industrias clandestinas de muerte,
armas biológicas que se empacan
sobre rieles y van sobre ruedas
al objetivo de Occidente;
«firsthand descriptions made by an eyewitness
who supervised one of these facilities
»,
descripciones que eran voces huecas
sin manos, sin dedos y sin ojos presenciales.

Era una asquerosa, burda y perversa mentira
de Rafid Ahmed Alwan al-Janabi
— y lo dijo un día después, «no hay tales fábricas
ni armas biológicas, ya lo dije
a la BND / a la inteligencia alemana,
ya se lo dije a la prensa inglesa...»

3.

«I had the chance to fabricate something to topple the regime. Maybe I was not right. I had a problem with the Saddam regime, I wanted to get rid of him and now I had this chance»: Rafid Ahmed Alwan al-Janabi, al peiódico británico Guardian
Yo soy a quien han bautizado Bola Curva /
Curveball / el mentiroso / y aseguro...
no hay una sola agencia que me tome en serio /
ni la DIA / ni la NIE ni la CIA...
yo sólo soy dolor, resentimiento.
Todo el largo dolor de Irak está en mí...
Yo y mis hijos quisimos para Irak un margen
de democracia; por eso luchamos, allí
en mi tierra donde han de llevar la muerte
como nunca pensaba... Tal vez con mi mentira
abrí el camino a sacar a Saddam; tal vez
sólo traje más muerte y más dolor...
¡Agora sí me lleno de terror por el daño
que hice! ¡América, hasta la mentira mata!

«¿Por qué me tomaste en serio, bateador?
¿Supiste cómo me llaman? Bola Curva...
Yo soy el verdadero opio de Oriente,
el renegado; haya revolucióo o haya paz,
yo reniego; busco un beneficio, cinco minutos
de gloria y me dieron la oportunidad
¡ustedes mismos! Jugar la Gran Política
y ser la Bola Curva, engañadora....
pero la mentira no revoluciona.
La mentira no enorgullece
y, como tú, Bateador, estoy avergonzado...

Todo un secretario de Estado
engañado por buitres que me conocen
y a mí mismo me engañaron,
¿quién no conoce a Bola Curva,
inconsecuente, inmaduro?

«Pobrecito Colin Powell, no seas tú
quien te enojes conmigo».

22-03-2005

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Cómo se pierde la inocencia

El modelo civilizatorio en el que vivimos (capitalismo), con sus intrínsecas características de desarrollismo, consumismo y derroche, impuesto a casi toda la humanidad en los últimos 150 años, lleva una suicida carrera por obtener los recursos energéticos que le son indispensables para mantener su ritmo incesante de crecimiento y dominio: R. A Alteri

En estos tiempos neoimperiales
que vivimos. si vamos a mencionar
a los asalariados o al pequeño artesano, incluídos
los 'mil-usos' marginales, y los micro-empresarios
(en verdad, todos sobrevivientes y si hemos de dejar
así definida la mayoría de las «mujeres / hombres /
juventud buena / seres humanos / buenos /
potenciales históricos para el cambio y el progreso),
les recuerdo / replico / que bueno,
estrictanente bueno, no hay ninguno
hasta que aprende su rango revolucionario.
Que todos somos insensatos si no aprendemos
a mirar y a mirarse...

Inocente la niñez / y déjela a su suerte en las calles
y, por sobrevivir al desamparo y la violencia,
roba, se corrompe, se apandilla y se vuelve
semillero mercenario que las hampas reclutan.
Inocente, les recuerdo, replico
la niñez de cuna, la que gatea
inocuamente, sin conocer otro mundo
que su casa. Sus amores.

Nadie ha de ser suficientemente bueno,
moralmente inocente, plenamente
productivo y solidario, si vive
en la complicidad satisfecha
con este mundo heredado de injusticia,
si no comprende esa ligazón de capital e imperialismo
(dos sistemas que, a la altura de este tiempo,
no sabrían vivir el uno sin el otro).

Nadie es bueno si no observa el llanto
del ecosistema terrestre ante la dinámica
que lo depreda y destruye; nadie es honesto
si no llama a las élites malvadas y sin conciencia
por su nombre... y deja de creerlas
imprescindibles e indisolubles...
es malo no saber, es opio.

Pero hay que hallar las maneras de hacer soluble
lo que parece indisoluble y la tarea es
de todos los que ya no somos inocentes.
El atanor tiene que ser el objetivo,
el molino que rechace y pulverice
la estructura del opio y la concepción neoimperial
que lo origna, lo vende y, en su nombre, edifica
un sacerdocio de ladrones, un trafique universal
de recursos energéticos
y todo lo que destruye al adquirirlos y nos vende
para más opiarnos de culpa y consumismo.

Cuando se organizan para preservar su modelo ad aeternum
con justificaciones fatulas, los crédulos dejan de ser
inocentes, se apropian las mentiras
y observan sin cuestionarlos a los intrusos prepotentes,
no mueven un dedo, no protestan
por el modo de adueñarse los recursos ajenos
en forma ilimitada y con costos apenas
un poco mayores que los gastos
de inversión.. Nadie es inocente si perdona
al pillo, si le teme a una élite que ultraja,
si renuncia al despertar político
que tiene su atanor transformativo.

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