Ambos de dieciocho años, Christoph Beckmann y Christian Rohowski saben lo delicado que es cuando uno siente la necesidad repentina de ir al excusado y no encuentra ninguno a mano. "Estando una vez en Berlín, me puse a buscar un baño púbico en la Alexanderplatz, pero casi me pierdo", comenta Christoph al diario Berliner Zeitung.
Pues mira, han tenido una gran idea esos muchachos alemanes. No hay peor incomodidad que estar caminando con ganas de descargar las baterias, y no saber donde. Desde luego puedes entrar en un bar, tomarte algo e ir al baño o al revés, depende de las prisas . Ojalá algún blogger haga lo mismo aquí . Con la fábrica Mercedes no podemos competir, pero rastreando meódromos si . Recuerdo que antes en todos los pueblos había aseos públicos, pero hace años que se esfumaron, igual necesitaban el solar para plantar un Banco o Caja de Ahorros. Y encima los alemanitos les ponen nota, los valoran. Esto se puede convertir en la guia Michelin de los necesitados.
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