Yo digo como Borges, si se me permite: no concibo el mundo sin libros, puedo quedarme ocho días o más sin ordenador o sin televisión, puedo no tener dinero para salir de paseo o irme de vacaciones, pero no puedo pasar sin libros, lo siento, son mis mejores compañeros desde que aprendí a leer siendo apenas una pitufa de 3 años... En Caracas tengo una biblioteca fabulosa, me pude traer algunos y poco a poco he ido formando otra en estos cuatro años largos que llevo en España. Lo siento, pero puesta a elegir frente a un par de zapatos, un bolso, un traje de firma o un perfume caro, yo elijo un libro :)
Estos pasados días sin conexión me tragué un par de ellos -"El Club Dumas" de Pérez-Reverte y "El corazón helado" de Almudena Grandes-, pero como yo puedo leerme varios libros a la vez, estos están sobre mi mesa de noche y los voy leyendo según el estado de ánimo:
- "Diablo Guardián" y "Este que ves" del mexicano Xavier Velasco
- - "Las más hermosas cartas de amor entre Manuela y Simón" de la Fundación Editorial el perro y la rana (venezolana)
- - "Hierba Mora", de la gallega Teresa Moure
- - "El abanico de seda", de la francesa Lisa See
- - "La suma de los días", de la peruano-chilena Isabel Allende (me lo trajeron ayer tarde y ya casi lo termino)
- - "El desbarrancadero", del neurótico y divino escritor colombiano Fernando Vallejo
La cita que cierra este post la encontré en "El Club Dumas", de Arturo Pérez-Reverte
barro y agua. ¿Por qué la mujer no habría
de estar hecha de rocío, vapores terrestres
y rayos de luz, de los condensados residuos
de un arcoiris? ¿Dónde reside lo posible...?
¿Dónde lo imposible?
Jacques Cazotte
"El diablo enamorado"
No comments:
Post a Comment