Probablemente, quienes conocen mi blog de poesía -Más Azules- pensarán que es allí donde debería colgarlo, tal vez tengan razón y seguramente lo haré en algún momento. Hoy aparece aquí porque la historia de este poema de Kipling conmigo es mágica y memorable: siempre sabe cómo aparecerse en mi Vida en el momento justo (para muestra un botón), así que hoy quiero regalárselos, quién sabe si, como sucede conmigo, a alguno le llega a tiempo...
Si...
Si...
Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor
Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza.
Si sabes esperar y a tu afán poner brida
O siendo blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio, ni ostentas tu bondad.
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como a dos impostores.
Si puedes soportan que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adora quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.
Si todas tu ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.
Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice ¡adelante!
Si entre la turba das a la virtud abrigo
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos, pero no demasiado.
Y si puedes llenar el preciso minuto final
en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
Tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más, serás hombre, hijo mío...
Rudyar Kipling
cuando todos vacilan a tu alrededor
Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza.
Si sabes esperar y a tu afán poner brida
O siendo blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio, ni ostentas tu bondad.
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como a dos impostores.
Si puedes soportan que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adora quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.
Si todas tu ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.
Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice ¡adelante!
Si entre la turba das a la virtud abrigo
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos, pero no demasiado.
Y si puedes llenar el preciso minuto final
en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
Tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más, serás hombre, hijo mío...
Rudyar Kipling
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