Hay procesos interiores que se van fraguando sin que le demos forma conscientemente. Aún así, una siente cómo van girando las ruedas interiores, incansables, constantes, el vapor que producen es a veces casi tangible... Sin embargo, sentimos que falta algo: esa pieza que le daría sentido al todo, esa pieza que llega cuando lo desea y por el camino que ella elige... Esta vez me llegó en la última carta de mi padre:
"No desees, acepta..."
"No desees, acepta..."
No comments:
Post a Comment