Wednesday, May 12, 2010

Puerto Rico: Política Imperial, Nuevo Colonialismo, Nueva Lucha y Resistencia



Por Salvador Tió / MCB Puerto Rico

La crisis de los años treinta provocó en Puerto Rico una progresiva deslegitimación del régimen colonial impuesto por Washington. Ese sistema de producción de uso de fuerza de trabajo adherida a la tierra dominado por centrales azucareras en las que corporaciones absentistas norteamericanas mantuvo a los trabajadores de la caña en perenne estado de servidumbre. Los salarios de 60 centavos de dólar por 12 horas de trabajo bajo el sol inclemente crearon un inmenso proletariado de la caña a los cuales en muchos casos se le pagaba con vales que solo eran redimibles en las tiendas de la central.

Para el 1933 había en Puerto Rico 41 centrales azucareras controladas por 5 grandes latifundios azucareros de los cuales los principales eran la Guánica Central que pertenecía a la South Puerto Rico Sugar la Eastern Sugar en Fajardo y la Central Aguirre en Salinas. Unas 10 familias puertorriqueñas eran dueñas de centrales azucareras.

Todas eran controladas por el Sugar Trust que era el cartel que imponía los precios y establecía las normas de trabajo que con la ayuda del Departamento de Estado, la CIA y el aval del Congreso establecían la cuota azucarera que le permitía a los productores y dueños de las centrales azucareras anticipar sus astronómicas ganancias.

Es en ese contexto que surge en Puerto Rico, dirigida por el dirigente sindical anarquista en sus orígenes y galego de La Coruña Santiago Iglesias Pantín. Santiago Iglesias fue el principal organizador sindical en Puerto Rico durante las primeras décadas y su línea antinacionalista contribuyó enormemente a alejar el movimiento de los trabajadores del nacionalismo independentista. Más pudieron los cantos de sirena de Samuel Gompers y la American Federation of Labor en propiciar una alianza con los sectores anexionistas puertorriqueños y en ser el artífice de la llamada Coalición que dominó el frente electoral en contra del independentismo y el Partido Unionista.

El resultado de esta alianza de los sindicatos afiliados a la AFL CIO con el sector más reaccionario que respondía a los intereses de los llamados barones del azúcar acabó por convertir este sector del movimiento de los trabajadores en aliados del colonialismo y en que dejasen a los trabajadores de la caña desprotegidos durante la huelga de la caña de 1932.

El efecto de esta alianza en la formación política puertorriqueña se vio intensificado por la creciente militarización de la sociedad puertorriqueña que era vista por el proletariado sumido en la extrema pobreza como principal fuente de empleos para amplios sectores. Por otro lado contribuyó a afianzar el poder de la oligarquía cañera puertorriqueña aliada a los intereses del cartel de la caña que operaba desde los centros financieros de los estados del este de los EUA.

Es en ese momento que surge la figura de Don Pedro Albizu Campos como el principal denunciante antiimperialista del siglo xx. Brillante orador, hijo de padre pudiente en madre obrera fuera de matrimonio en la principal región azucarera estudió en la Universidad de Harvard donde estudió milicia, ingeniería y derecho con resultados sobresalientes. Su experiencia con el desprecio racista a lo puertorriqueño que sintió en carne propio, su relación con el nacionalismo irlandés y con su dirigente Eamon de Valera durante sus años en Boston y sus conocimientos de la geopolítica imperial le llevaron a hacer vehementes denuncias contra la agenda imperial que pretendía sellar el futuro de Puerto Rico como base militar para facilitar su agresión imperial en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Dominicana y Colombia por un lado y de otra parte su consolidación de la principal base naval para la protección del canal de Panamá.

Su vehemente denuncia de estos planes le vale 11 años de cárcel por el delito de luchar por la independencia de Puerto Rico y desató una feroz ola represiva que culminó en persecución, masacres y encarcelamiento de los cadetes de la República, cuerpo así denominado por el Partido Nacionalista. Luego de la Masacre de Ponce en la que el Jefe de la Policía Francis Riggs ordena a la policía abrir fuego contra los manifestantes desarmados resultando en más de una veintena de muertos; Hirám Rosado y Elías Beauchamp, dos jóvenes miembros del Partido Nacionalista ajustician al odiado Capitán de la Policía.

Beauchamp y Rosado son entonces llevados al cuartel de la Policía de San Juan donde son abaleados por la policía con completa impunidad el 23 de febrero de 1936. El mero acto de desplegar la bandera puertorriqueña públicamente era justificación para perseguir, encausar y encarcelar a los independentistas.

La encarcelación y represión del movimiento independentista y la cooptación de los dirigentes del Partido Socialista abre el camino para lo que sería un movimiento de masas que se gesta a fines de la década del 30. Este movimiento se agrupa tras la figura de Luis Muñoz Marín, hijo del principal dirigente político autonomista de fines del siglo 19 que consolida su liderazgo a principios del siglo 20 cara a los Estados Unidos. Muñoz Marín no ingresa de joven a las filas del Partido Liberal lidereado primero por su padre y luego por Antonio R. Barceló. Se une inicialmente al Partido Socialista que surge de la principal fuerza sindical de aquellos años: La Federación Puertorriqueña de Trabajadores (FPT).

La coalición de este grupo con la extrema derecha anexionista, su renuncia y su integración a las centrales obreras usamericanas y su rechazo al discurso nacionalista y antiimperialista del nacionalismo abrió el camino para la organización del Partido Comunista Puertorriqueño (PCP) y el Partido Popular Democrático (PPD). El principal logro del Partido Comunista fue entonces la organización de la Central General de Trabajadores (CGT) cuyo lema era Pan, Tierra y Libertad. El PCP era desafecto al discurso nacionalista por su fuerte hispanofilia y por su negativa a integrarse de lleno a la lucha contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante estos años el Partido Nacionalista y el PCP fueron partidos de poca membrecía. El Partido Nacionalista fue la principal fuerza que luchó en contra de la participación de puertorriqueños en la Segunda Guerra Mundial. La salvaje represión desatada entonces por la Administración de Franklin Delano Roosevelt se concentró en los militantes del Partido Nacionalista en particular y contra el independentismo en general.

El Partido Comunista de los Estados Unidos en voz de su entonces Secretario General había adoptado la posición de que: « en los dirigentes nacionalistas se manifestaba claramente el crecimiento de una hostilidad intransigente e irrazonable hacia Estados Unidos», lo cual, agregó, «conduce igualmente a la tolerancia del fascismo y hasta a la adopción del mismo. Yo personalmente he tenido que enfrentar graves síntomas de este fenómeno en mis intentos de cooperar con los grupos nacionalistas puertorriqueños».

Es en el contexto de esta dialéctica de confrontación entre las visiones encontradas de comunistas y nacionalistas que surge el movimiento cuyo líder indiscutible fue Luis Muñoz Marín. Muñoz había hecho su entrada al Partido Unionista que la formación política que planteaba la independencia en su plataforma pero esencialmente por consideraciones del arraigo que la independencia tenía entonces en amplios sectores y como vehículo para presionar a los Estados Unidos a hacer concesiones en torno al manejo de los procesos políticos y su intervención en el desarrollo de un modelo alterno para el desarrollo de la isla.

Luego de crear la organización Acción Social Independentista en la que pretendía aglutinar fuerzas del frente socialista y del independentismo Muñoz se lanza primero a capturar el Partido Unionista del cual es expulsado en la Asamblea del Partido Unionista ANTERIOR A LAS ELECCIONES DE 1940.

En 1939 se funda el Partido Popular Democrático que habrá de comparecer a las elecciones del cuarenta. Adopta el refrán del Partido Comunista de Pan Tierra y Libertad atrayendo a sí al inmenso proletariado rural cuyo rostro de un campesino es el emblema electoral del PPD e incorpora la independencia en su plataforma aunque comparece a esas elecciones con la consigna de que la Independencia está a la vuelta de la esquina. Hay que primero obtener el poder para administrar la colonia para luego lograr la soberanía.

La formación política y relaciones entre organizaciones y paradigmas aplicables hoy se fragua en estas elecciones de 1940. El Partido Popular ha ostentado el poder sobre la rama legislativa durante 48 años desde el 1940. Por casi medio siglo su hegemonía sobre la política local ha sido evidente; aunque desde la década del setenta ha visto su hegemonía y legitimidad mermar progresivamente.

No tardó mucho el Partido en abandonar su compromiso con la independencia. Las aspiraciones soberanistas soslayadas por consideraciones inherentes a la amplitud de la coalición son abandonadas.

Tan temprano como el 1943 la Administración Roosevelt convoca a Muñoz Marín a una reunión en la Casa Blanca en la que le participa que, en aras de la guerra contra el fascismo y la importancia extrema de Puerto Rico para la defensa del canal de Panamá y como punto oriental de mayor entrada al Atlántico los EUA condicionarían su continuado apoyo al abandono del proyecto de crear un estado independiente en Puerto Rico.

La situación de la economía no había mejorado significativamente en los primeros tres años. El experimento de montar unas cinco empresas estatales (cemento, ladrillos, cristal, zapatos, papel y cartón) habían esencialmente fracasado. Las entidades gubernamentales de corte novotratista no habían tampoco logrado los objetivos planteados en la construcción de vivienda o en la distribución de tierras en fincas de beneficio proporcional.

Muñoz accede a las presiones de Casa Blanca en el sentido de ir forjando lo que luego se incorporaría a la Ley de Relaciones Federales el concepto de la común defensa que era el reconocimiento de la supremacía de la seguridad nacional de los EUA como piedra de toque de la resolución de todo conflicto sobre las relaciones de Puerto Rico con el Gobierno Federal.

Ya había nombrado Roosevelt al Almirante William D. Leahy como Gobernador de Puerto Rico con el propósito de supervisar la construcción de la base naval de Roosevelt Roads en Ceiba, adquirir los terrenos de Vieques para entrenamiento de la Marina de Guerra y del US Marine Corps y los terrenos para otras instalaciones militares en la Isla. Leahy había estado activo en la Guerra Cubano Hispanoamericana de 1898, la Primera Guerra Mundial y la Segunda. Fue el primer militar en ser acreedor al rango de 5 estrellas. No mostró gran interés en la política local. Su rol fue crear y montar en Puerto Rico el aparato militar que habría de servirle a los Estados Unidos por los próximos 65 años.

Una vez resuelta la principal prioridad de los EUA en Puerto Rico y consolidado el control hegemónico de la Marina de Guerra de los EUA en 1941 Roosevelt nombra a Rexford Guy Tugwell, otro de sus más allegados asesores en su famoso Brain Trust, para supervisar el montaje de un estado de tipo corporativo, la Junta de Planificación, Zonificación y Permisos y para consolidar u grupo de tecnócratas y servidores públicos que juntos colaboraron para montar el primer experimento neoliberal.

Ya en 1947 en los comienzos de la Guerra fría se adopta la Ley de Incentivos Industriales y se organiza bajo la dirección de Teodoro Moscoso la Administración de Fomento Económico. Desde 1947 hasta 1953 este programa que ofrecía exención tributaria, acceso a una fuerza de trabajo diestra que trabajaba por salarios mucho más bajos que en los EUA y le proveía a los empresarios edificios industriales construidos por el gobierno atrajo 300 fábricas en solo 6 años. Estas fábricas provenían de los estados del este de los EUA y eran predominantemente de uso intensivo de fuerza de trabajo.

Este programa de gobierno conocido también como Operación Manos a la Obra creó un proletariado urbano justo en el mismo momento en que la caña de azúcar registra los años de mayor producción en la historia de Puerto Rico. Aún así el desempleo en los campos y ciudades era de más de 20% y el Gobierno comienza una campaña activa de promover la emigración a los EUA predominantemente a los campos agrícolas del este de los EUA en el caso de los hombres y a las fábricas y empleos de todo tipo en Nueva York, Boston, Philadelphia y Chicago.

Este modelo de crecimiento económico si el desarrollo real de una economía real y puertorriqueña logró industrializar la economía con empresas de capital absentista que repatriaban sus ganancias a los EUA. De ser una gran plantación de caña Puerto Rico fue desarrollando una economía industrial en muy pocos años.

Al salir Don Pedro Albizu Campos de su condena de 11 años en cárceles federales por el delito de luchar por la independencia de su Patria se encuentra con un Puerto Rico muy diferente al que deja en 1936. Ya en 1948 Luis Muñoz Marín se convierte en el primer gobernador electo de Puerto Rico y, con la activa participación de Carl J. Friederich, Abe Fortas y Antonio Fernós Isern, Jaime Benítez y José Trias Monge se comienzan a tomar los pasos para derogar el Acta Orgánica colonial del 1917 para sustituirla por la Ley 600 del 1950 que autoriza la organización de una Constituyente en que, luego de un referéndum sobre el status de Puerto Rico los puertorriqueños legitiman otro régimen colonial disfrazado como Estado Libre Asociado (ELA).

El objetivo de ,los Estados Unidos era el de remozar el régimen colonial de manera superflua en la que se permitió al PPD plantear que se trataba de un pacto de asociación entre dos partes. Así lo representó en 1953 el embajador de los Estados Unidos ante la ONU, Henry Cabot Lodge, para justificar que Puerto Rico fuese sacado de la lista de territorios que aún no habían alcanzado su libre determinación e independencia.

Entretanto el Partido Independentista Puertorriqueño, creado en 1946 como escisión del PPD se ha convertido en la segunda fuerza política de Puerto Rico y denuncia al pueblo la verdadera naturaleza colonial de la propuesta del ELA. El Partido Nacionalista de Puerto Rico que llamaba al boicot electoral organiza una insurrección armada el 30 de octubre de 1950 en el Pueblo de Jayuya para declarar la República y un atentado para matar a Luis Muñoz Marín que en esa época ganaba las elecciones generales con 60% de los votos.

Acto seguido, debido a la desinformación de la Prensa norteamericana como un conflicto armado entre puertorriqueños Griselio Torresola y Oscar Collazo compran un boleto de ida en Nueva York para ir a tirotear la Blair House, residencia temporera del Presidente Truman. El atentado fracasa en su cometido de matar a Truman pero logra su objetivo de dejar claramente consignada el carácter antiimperialista de la insurrección armada de Jayuya.

El Presidente Truman sin duda intensifica los pasos a ser tomados para deslegitimar al Movimiento Independentista y al Partido Comunista aplicando la Ley de la Mordaza (Smith Act) que es predecesora del, Patriot Act hoy vigente.

El Pueblo de Puerto Rico aprueba la Constitución y el 25 de julio de 1952, 54 años después de la invasión los Estados Unidos constituye el Estado Libre Asociado. En 1954 Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero irrumpen en el Congreso y disparan sus revólveres y pistolas en el gran salón de sesiones de la Cámara de representantes. Los cinco nacionalistas se niegan a mostrar arrepentimiento alguno por sus actos y permanecen encarcelados hasta el indulto que les otorga Jimmy Carter en agosto de 1979. Rafael Cancel Miranda y Lolita Lebrón, únicos dos sobrevivientes, son ambos símbolos vivientes del valor y el sacrificio en defensa de la Independencia y la Libertad de los puertorriqueños y tienen el respeto de la mayoría de los puertorriqueños.

El FBI, Justicia Federal y sus contrapartes en Puerto Rico desatan una campaña de fuerte represión contra el movimiento independentista, fuerzan el exilio de los dirigentes independentistas de la Huelga en la Universidad en 1948, intensifican la organización del regimiento 65 de Infantería de exclusiva composición puertorriqueña que es activado para la guerra de Korea y es el más condecorado de esa guerra teniendo más bajas per cápita que ningún estado de los EUA.

Los veteranos de esa guerra son acreedores al pago de sus estudios universitarios, a préstamos hipotecarios con subsidios significativos y a pensiones significativas. Esta política profundiza las lealtades de miles de veteranos a las FFAA de los Estados Unidos.

Luego de la encarcelación y persecución de comunistas y nacionalistas en el contexto de la Guerra Fría en torno a Puerto Rico se desata un gran proyecto propagandístico de una supuesta revolución pacífica que comienza a pasos agigantados el plan de dominio industrial, militar, comercial y cultural sin precedentes.

Este nivel de paz doméstica se sostiene hasta el 1964 cuando el movimiento estudiantil y el Movimiento Pro Independencia, ambos con decididas alianzas con la Revolución Cubana desarrollan un gran movimiento en contra del servicio militar obligatorio. La Revolución Cubana, la Guerra de Vietnam y la Invasión a la república Dominicana en 1965 contribuyen de manera decisiva la deslegitimación del régimen colonial cuya hegemonía comienza a dar signos de desgaste y a la gestación de una nueva lucha independentista en la que se unen la lucha por la independencia y por el socialismo.

La reacción del Imperio no se hace esperar. De ese conflicto directo con las políticas golpistas y genocidas contra los pueblos hermanos del Caribe y de la intensificación del uso de Puerto Rico como base para la intervención y entrenamiento para las guerras sucias en Centroamérica surge un movimiento armado clandestino y una nueva etapa en las luchas obreras. Washington aumenta significativamente las transferencias económicas al pueblo con subsidios significativos que aumentan exponencialmente el tamaño de la presencia federal en Puerto Rico.

En nuestro próximo envío exploraremos el tránsito de estos esfuerzos políticos de una nueva insurgencia hasta llegar a la presente situación de bancarrota política y moral del estadolibrismo popular y el anexionismo novoprogresista. En este momento comienza a gestarse un movimiento para combatir las políticas ultraconservadoras y represivas que se proyectan contra toda la región la inserción de nuestra lucha en un nuevo Movimiento Continental Bolivariano por la Patria Grande y el Socialismo.

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