Ya cerré la maleta, la física, ésa es fácil de cerrar, aunque tenga que subirme sobre ella para cerrarla(como en efeSto tuve que hacer), porque mañana a las 7:25 tengo vuelo a Madrid... La otra maleta, la de alma, la que me llevo llena de luces, de mar, de azules, de las conversaciones invaluables y esclarecedoras (siempre) con la Maga, a orillas del mar, de la carita de melocotón delicioso de mi ahijada, de la de Chester (un conejito bebé del que me voy enamorada hasta los huesos), la maleta que se llenó de la angustia que pasamos hace un par de días, a media noche y hasta las 4 de la mañana viendo cómo se incendiaba un apartamento frente al de mi comadre hasta quedarse en nada, la que lleva la lindura del Teide, de Conchi, Mary, Merci, Raquel, Garoé (nuestro fotógrafo y cirujano plástico particular je)... la que va llena de tantas cosas que no acabaría de enumerar... Esa maleta es mía, no necesita que la espachurre, porque no tiene fondo, y no me la pueden quitar dictadores ni fariseos...Mañana en Madrid estará mi Petardi del corazón, esperándome en Barajas, en Córdoba estarán mis Enanas esperándome para llenarme de besos y de luz... y a mi Maga y a mi Yauya me las llevo, como siempre, en el corazón...
Prometo fotos, quedaron espectaculares, así que vayan preparándose! La que les dejo en este post no es mía, pero es del lugar a donde fuimos hoy: los acantilados de Los Gigantes, un lugar mágico y luminoso... Gracias al Petardi por la sugerencia y a la Maga por llevarme casi hasta el fin del mundo a verlos!!!
Los veo prontísimo!!!
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