Alguien llega de Marruecos y me cuenta una curiosa historia sobre cómo ven ciertas tribus del desierto el pecado original.
Estaba Eva paseando por el Jardín del Edén, cuando se le acercó la serpiente. "Come de esta manzana,” dijo la serpiente. Eva, muy bien enseñada por Dios, se negó. "Come de esta manzana,” insistió la serpiente, necesitas ser más hermosa para tu hombre.” "No lo necesito,” respondió Eva, “porque él no tiene otra mujer aparte de mí.” La serpiente se rió: "Claro que la tiene."
Y como Eva no la creía, la llevó hasta lo alto de una colina, donde había un pozo. "Está dentro de esta caverna; Adán la ha escondido allí.” Eva se asomó y vio, reflejada en el agua del pozo, a una bella mujer. Entonces comió de la manzana que le ofrecía la serpiente.
Según esta misma tribu de Marruecos, vuelve al Paraíso todo aquél que se reconoce en el reflejo del pozo, y no tiene miedo de sí mismo.
Paulo Coelho
www.warriorofthelight.com
Tuesday, October 11, 2005
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