Monday, November 15, 2004

Córdoba I...

De nuevo esta noche, cuando venía en el auto de regreso a casa, pensé en lo mucho que extraño mi país y en que siempre lo manifiesto de una forma u otra, porque la nostalgia es la segunda piel de los que tenemos que irnos lejos de la tierra que nos vió nacer... pero siendo justa, tengo que decir que ahora vivo en una ciudad hermosísima y llena de historia hasta el subsuelo (el terror de las constructoras aquí es que cuando cavan para hacer los cimientos de los edificios q construyen les salen, como sucedió hace poco, necrópolis entreras, murallas, etc., la delicia de los arqueólogos, pues...) En cada etapa voy a colocar links que muestren los lugares de los que voy a ir hablando, pero ábranlos con el botón derecho del mouse, "abrir en ventana nueva", o se les irá el cuento que les iré contando cada vez xD (lamentablemente, no encontré todos los sitios en webs especializadas, así que se tendrán que conformar con fotos mías =oP)



Mi recorrido normal hacia la oficina es de ensueño... comenzando porque la calle en que vivo no es de asfalto, nonono, es de piedra... y salgo a otra que es tan estrecha que los peatones se tienen q meter en los portales para que los autos puedan pasar... Al salir a la avenida, me espera la Plaza Colón -click-, que hace dos milenios fue un cementerio de patricios romanos y que en 1905 se transformó en unos jardines hermosísimos, cuya fuente es inenarrable, como lo es su mezquita mínima, la Mezquita de Al Morabito -click- y sus árboles tan vestidos en primavera y verano y tan, pero tan desnudos y vulnerables en otoño e invierno... En un costado de la Plaza está el colegio de una de mis Enanas... ¿se imaginan los recreos de esos niños con la vista de los jardines de fondo?



Al rodear por entero la Plaza, me encuentro de frente con la Torre de la Malmuerta -click y otro click- (otro día les cuento la leyenda que da origen a su nombre), que mandó a construir Don Enrique III el Doliente, una torre octogonal que se une a la muralla en un tramo en el que se abre un arco que es un sueño... En la Torre giro a la derecha para tomar la Avenida de las Ollerías y en la acera de la izquierda, me encuentro la Plaza de la Flor del Olivo - click-, con su imponente chimeneón de ladrillo rojo, recuerdo de la antigua fábrica de aceite San Antonio, construída en 1903.



Sigo por la Avenida de las Ollerías y al final, tengo que cruzar a la derecha de nuevo... es la parte que quizás me gusta más del recorrido porque me acompaña un buen trecho la Muralla almorávide del Marrubial, que bordea por el noreste al Patio de los Poetas. Fue contruída en el siglo XII para defender, con sus 6 mts de alto, esta zona de la Ajerquía -click-... Muchas veces me quedo mirando sus piedras y me pregunto cuántas historias habrán presenciado desde su mudez... ¿qué de historias contarían si pudieran hablar?...



Al final de la hermosa Muralla, me espera la Plaza del Cristo de Gracia y su iglesia conventual del barroco cordobés, que data del siglo XVII (les debo la foto, prometo tomarla yo misma, porque no encontré ninguna que le hiciera justicia)... lamentablemente, unos metros después, al llegar a la Avenida de Barcelona, debo girar a la izquierda y perderme entre las calles que me llevan a la oficina... pero lo retomo de nuevo al regresar a casa...



En otro momento quiero contarles otro recorrido que hago, cuando elijo regresar a casa por la ribera del Guadalquivir... porque por allí el camino sigue estando lleno de Magia... =o)



Nas noches... dulces sueñitos...





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