CARLOS FRESNEDA desde Las Vegas
19 de enero.- Hoy se vota en los casinos. Hoy se paran los relojes -que no las tragaperras- para que los crupieres y los cocineros, las bailarinas y las camareras puedan ejercer su derecho sin salir de esos templos apabullantes donde la casa siempre gana y miles de ingenuos pierden hasta el alma.El Olimpo del juego se convierte por un día en Atenas.
De todos los mundos posibles recreados en Las Vegas, faltaba precisamente ése, el de la Grecia clásica. Aquí tenemos el delirante Caesar’s Palace con su anfiteatro romano. Está también la pirámide acristalada del Luxor, vigilada por una esfinge. Y la torre de San Marcos, marcando la entrada al Venetian. O la gemela de la torre Eiffel, incrustada en el París de postín.
19 de enero.- Hoy se vota en los casinos. Hoy se paran los relojes -que no las tragaperras- para que los crupieres y los cocineros, las bailarinas y las camareras puedan ejercer su derecho sin salir de esos templos apabullantes donde la casa siempre gana y miles de ingenuos pierden hasta el alma.El Olimpo del juego se convierte por un día en Atenas.
De todos los mundos posibles recreados en Las Vegas, faltaba precisamente ése, el de la Grecia clásica. Aquí tenemos el delirante Caesar’s Palace con su anfiteatro romano. Está también la pirámide acristalada del Luxor, vigilada por una esfinge. Y la torre de San Marcos, marcando la entrada al Venetian. O la gemela de la torre Eiffel, incrustada en el París de postín.
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