Wednesday, May 12, 2004

Cuando me amé de verdad...



Cuando me amé de verdad, pude comprender

que en cualquier circunstancia, estaba en el

lugar correcto a la hora correcta.

Entonces pude relajarme.



Cuando me amé de verdad, pude percibir que el

sufrimiento emocional es una señal de que estoy

yendo contra mi verdad.



Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi

vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que

sucede contribuye para mi crecimiento.



Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como

es ofensivo intentar forzar a alguna cosa a alguien que

todavéa no está preparado - incluyéndome.



Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo

lo que no fuera saludable: personas, tareas, creencias y

cualquier cosa que me disminuyera.

Mi razón llamó a eso egoísmo.

Pero hoy sé que es amor propio.



Cuando me amé de verdad, dejé de temer mi tiempo

libre y desistí de hacer planes. Hoy hago lo que creo

correcto y a mi propio ritmo. ¡Y cómo es bueno eso!



Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener

siempre la razón y, con ello, me equivoqué en

menos ocasiones.



Cuando me amé de verdad, desistí de estar reviviendo

el pasado y de preocuparme por el futuro.

Eso me mantiene en el presente,

que es donde la vida sucede.



Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente

puede atormentarme y decepcionarme.

Pero cuando la pongo

al servicio de mi corazón,

se vuelve una gran y valiosa aliada.





Fragmentos del libro:

"CUANDO ME AMÉ DE VERDAD"

de Kim McMillen & Alison McMillen




La ilustración fue tomada de -click aquí-, una página que para variar, no sé cómo encontré, pero al César lo que es del César... me encantó para traerla a mi primer Post ilustrado :)



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